El día que el Madrid se llevó una manita de Balaídos


Foto: Marca
Uno de los momentos más álgidos en la historia del Celta llegó el 11 de abril de 1999, hace ahora más de 16 años. Aquella soleada tarde visitó Balaídos un Real Madrid que buscaba acercarse a los puestos altos de la tabla, y que se marchó de Vigo con una manita con la que no contaba. Y eso que pudo ser más, de no ser porque el Celta aflojó en la segunda mitad tras marcarle cuatro goles al Madrid en apenas media hora. 

Aquel era un equipo primoroso, que apostaba por un fútbol muy estético y vistoso para el espectador, y que además era bastante efectivo por entonces. En una de las mejores temporadas del Celta, Balaídos vivió un día que se recordará durante décadas por aquellos que tuvimos la suerte de vivirlo de una u otra forma. 

El Celta formó con Dutruel, Salgado, Josema, Djorovoic, Cáceres, Mazinho, Makelele, Karpin, Revivo, Mostovoi y Penev. En la segunda mitad saltarían al terreno de juego Óskar Vales, Tomás y Juan Sánchez. Por su parte, el Madrid presentó un buen equipo: Illgner, Panucci, Karanka, Sanchís, Jarni, Guti, Redondo, Karembeu, Seedorf, Mijatovic y Raúl. Posteriormente también jugarían Morientes, Jaime y Savio. 

El partido se decantó muy prontó, ya que al cuarto de hora el Celta ya ganaba por tres goles a cero, con tantos de Penev, por partida doble, y de Mazinho, en su última temporada con salud en el Celta. Toshack retiró a Guti e introdujo a Morientes, que anotó el 3-1 a los 32 minutos, pero solo un minuto después Mostovoi ponía el 4-1 que dinamitó la moral de los blancos. El partido estaba muerto, y solo faltaba el quinto gol, que llegó en el segunda mitad para que Penev completase su hattrick. El Celta no quiso hacer más sangre y bajó el ritmo, evitándole a los blancos el bochorno de una goleada de escándalo. 

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