 |
| Foto: Ander Gillenea |
Iago Aspas vivió un mal encuentro el pasado domingo en El Madrigal, una situación a la que no nos tiene muy acostumbrados el canterano, que no es de los que perdonan más de una vez en el mismo partido. De hecho, el moañés fue suspendido en las notas de los lectores de la web. Falló un gol claro, y no estuvo fino en otra acción en la que estaba en disposición de plantarse ante el meta rival con cierta ventaja, perdida tras un mal control.
No tuvo su día, como él mismo reconoció al término del partido. Aspas es un tipo honrado, que es consciente de sus malos días y de sus limitaciones, intentando mejorar para evitar estas situaciones. Lo que es evidente es que no suele tener dos malos días seguidos, algo que se ha demostrado desde su llegada al Celta allá por el año 2009, cuando pasó del filial al primer equipo para evitar un susto ante el Alavés.
Si el domingo pasado Aspas no estuvo fino, eso es que hoy toca partidazo. A buen seguro que los aficionados madridistas hubiesen preferido que el día bueno fuese en Villarreal, aunque ellos no lo sepan porque probablemente ni conocerán al bueno de Aspas. Nosotros sí, y sabemos lo que puede dar. Hoy le toca darlo todo. Como ante el Barcelona.
0 comments:
Publicar un comentario