La familia Alcántara es una de las mayores aportaciones al mundo del fútbol. Mazinho, campeón del mundo con Brasil en 1994, y posteriormente jugador del Celta entre 1996 y 2000 tuvo dos hijos que van camino de convertirse en jugadores memorables. Thiago y Rafinha Alcántara. Ambos internacionales absolutos, aunque con selecciones diferentes. Thiago decidió jugar con España y Rafinha ha hecho lo propio con Brasil.
Junto a su padre, Thiago y Rafinha son jugadores de primer nivel, y todos ellos con una fatídica coincidencia, al haber sufrido una grave lesión a lo largo de su carrera. Es algo que puede sucederle a un futbolista, pero no todos sufren este tipo de lesiones. Afortunadamente, la gran mayoría de los jugadores se retiran sin pasar por un calvario similar al que han tenido que enfrentarse los componentes de esta familia.
Mazinho, que era un futbolista fuerte y robusto, tuvo que dejar el fútbol vencido por los problemas físicos que le lastraron durante su última etapa en Vigo, y también en Elche, donde colgó definitivamente las botas. La dolencia afectó al cartílago de una de sus rodillas, que le dejaron secuelas para el resto de su vida, según el pronóstico inicial de los doctores. Oubiña dejó el fútbol con la misma dolencia y para evitar algo así.
La carrera de sus dos hijos, aún muy jóvenes, está siendo meteórica. Thiago está en el Bayern de Munich, y Rafinha en el Barcelona, pero ambos ya han tenido que pasar por un calvario importante. El menor de los hermanos, que jugó en el Celta en la Temporada 2013-14 comenzará a pasarlo ahora después de lesionarse en Roma. Se perderá lo que queda de temporada tras romper el ligamento de la rodilla.
Thiago ya sufrió en sus carnes algo similar. Fue en marzo de 2014 cuando sufriría la tercera lesión en su rodilla, que le alejaría de los terrenos de juego por un periodo de un año. Volvería el 4 de abril de 2015 ante el Borussia Dortmund. Ya está totalmente recuperado, como esperamos que suceda con Rafinha, con una larguísima carrera por delante. Carlos Mouriño sueña con volver a vestirlo de celeste, y no es de los que se rinda fácilmente.
0 comments:
Publicar un comentario