Yoann Gourcuff: ¿Sueño o realidad?


Más allá del tema Nolito, Yoann Gourcuff fue ayer el gran protagonista de la jornada con los rumores que le situaban en la órbita del Celta. Berizzo alimentó la rumorología en la sala de prensa con sus declaraciones, convirtiendo al 31 veces internacional francés en el centro de casi todas las conversaciones entre celtistas. Pero, ¿Cuánto hay de real y cuánto de sueño en el posible fichaje de Gourcuff?. 

De entrada decir que no será fácil su contratación. Se trata de un jugador muy cotizado, con un salario muy elevado y por quien ha preguntado este verano el Arsenal de Arsene Wenger, entre otros. Competir con los “gunners”, si realmente tienen interés en el jugador, es realmente imposible. Por otro lado, los clubes con los que se le relaciona con más fuerza en los últimos días son el Guingamp y sobre todo el Montpellier. Ahí sí que podría competir el Celta, al menos económicamente. 

Si entramos en el terreno sentimental sería otro asunto. El Guingamp es un club en el que militó su padre, que fue entrenador durante más de 20 años en el Lorient, otro equipo bretón, como el Guingamp, rivales ambos del Stade Rennes en el que debutó profesionalmente el centrocampista galo. Muy lejos de la Bretaña está Montpellier, que es otro equipo que está pujando muy fuerte por él. 

La trayectoria de Gourcuff ha ido en una evidente cuesta abajo en los últimos tiempos. Destacó en el Rennes, y siendo casi un juvenil fue fichado por el Milan, que pagó 4,5 millones de euros por él. No acabó de triunfar con el cuadro lombardo, y convenció a los técnicos del Burdeos tras una cesión, tanto que incluso pagaron por él 14 millones de euros, amortizados un año después cuando el Lyon pagó 22 millones de euros para llevarse a uno de los mejores jugadores franceses de la última década. 

en Lyon, los constantes problemas de lesiones mermaron su rendimiento. En los últimos cuatro años ha jugado 69 partidos de Liga, lo que da una media de 17 por temporada en una Liga de 38 encuentros como la francesa. Por eso, el club galo dejó que su contrato se consumiese sin más, librándose así de su elevadísimo salario. Ahora tiene varias opciones. Si un club poderoso económicamente lo llama puede obtener otro buen contrato, pero también puede aceptar el reto de reflotar su carrera, bien en Francia, una Liga que conoce y en la que puede crecer, o bien aceptando el reto de fichar por un equipo emergente en una de las mejores ligas del mundo. Eso acercaría el sueño a la realidad.

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