![]() |
Foto: La Voz de Galicia |
La actitud de un grupo de aficionados celestes en Vila do Conde, durante el triangular disputado por el Celta el pasado sábado, sigue dando que hablar. El club conoce lo sucedido de primera mano, ya que el Presidente Mouriño y otros directivos estaban presentes en el estadio portugués, y se sintieron abochornados por lo sucedido.
La Voz de Galicia nos cuenta como sucedieron los hechos, que comenzaron ya en el primer partido, que enfrentaba a los célticos con el Paços de Ferreira. El Celta estaba representado por medio millar de aficionados, que tenían una zona habilitada para estar juntos, pero un tanto separados había una treintena aficionados radicales, que entonaron varios cánticos durante el primer partido y a continuación comenzaron a intimidar, llegando a agredir incluso a aficionados del Paços de Ferreira.
Con el comienzo del segundo partido no mejoró la situación. Hubo carreras en el exterior del estadio y los radicales intentaron entrar por una grada diferente. Lo hicieron lanzado dos bengalas, una de ellas terminó impactando en el brazo de un vigilante de seguridad, con quemaduras en una mano. Fue en ese momento cuando los aficionados, preocupados por su seguridad, saltaron al campo y el partido se suspendió durante un par de minutos.
La policía portuguesa identificó a una decena de aficionados celestes, que provocaron presuntamente el tumulto. Esto lo aprovechará el Celta, muy indignado con la situación vivida, que valora expulsar a estos aficionados, ya que alguno de ellos es abonado. Así pues, aquellos que actualmente sean socios podrían perder su derecho si el Celta decide ejecutar finalmente este castigo.
0 comments:
Publicar un comentario