 |
| Casimiro Torres, 1985 (Izq). Pablo Hernández, 2015 (dcha). |
Es muy difícil, en los tiempos que corren, que algo semejante ocurra en el fútbol de élite. De hecho, es un caso único en el fútbol europeo. Celta y Citroën llevan ligados tres décadas. 30 años que se cumplen este verano, justo cuando está a punto de comenzar la trigésimoprimera temporada de patrocinio. El Diario Atlántico recuerda hoy los detalles de una relación que va más allá de lo mercantil.
Fue en el verano de 1985 cuando Jean Pierre Pisano, director general de Citroen Hispania, y José Luis Rivadulla, presidente por entonces del Celta, firmaron el acuerdo por el que la firma pasaba a convertirse en el patrocinador principal del club. Por entonces, el acuerdo se cerró en 17 millones de pesetas, al cambio poco más de 100.000 euros, y una furgoneta C-15.
Desde entonces, el acuerdo se renueva cada año, sin que ninguna de las partes se plantee romperlo. Su vinculación sentimental, y la importancia que ambas marcan tienen para la ciudad y para Galicia, hace que resulte completamente imposible imaginarse una camiseta del Celta sin la publicidad del doble chevrón, que ha lucido el club vigués en casi la tercera parte de su existencia.
El club y el fabricante de coches se plantean celebrar con algún acto las tres décadas de vinculación. Y su fidelidad, por ambas partes. Durante los años negros del Celta, en Segunda División y con el agua al cuello, Citroen se mantuvo fiel al equipo vigués, como lo es ahora el Celta, con mejores ofertas de marcas chinas. Ambas apuestan por la estabilidad. El Celta tiene presupuestados 4 millones de euros en concepto de patrocinios, y buena parte de esos ingresos le llegan de la factoría viguesa, al otro lado de la calle de Citroen, al lago de Balaídos.
0 comments:
Publicar un comentario