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| Foto: Marta G. Brea |
Cuando aún no hemos entrado de lleno en el febril mercado veraniego, no son pocos los rumores que vinculan a varios jugadores con la disciplina céltica. Se habla de muchos, de algunos como Mancuello o Melano tal vez en exceso, en informaciones que siempre llegan desde sus lugares de origen, pero casi nunca desde Vigo, donde la discreción es el santo y seña del club desde hace varios años.
Torrecilla y compañía nos tienen acostumbrados a un trabajo sordo, sin apenas presencia en los medios de comunicación, y fichajes sorpresa, anunciados a última hora por el propio club en una nota de prensa que ya hace oficial el fichaje o la cesión. Sucedió el año pasado con el rumoreado fichaje de Besic, terminando en Vigo Nemanja Radoja, al que no conocía casi nadie ni había sonado durante el verano.
Pocas veces un culebrón de verano acaba en fichaje. Lo vimos en el caso Pereira, el año pasado con Pávez y hay otros ejemplos que nos hacen pensar que cuando se dilata mucho un fichaje no terminará por concretarse. Así pues habrá que estar atento a todo lo que se diga en los próximos días, porque no solo basta con la discreción de Vigo, sino que hay que extenderla a los clubes o ciudades de origen de los jugadores que le interesan a los vigueses.
Pero aún así, esperamos y confiamos sinceramente que Torrecilla vuelva a sorprendernos, y aunque en principio no tengamos muchas referencias, lo hagamos cuando lo veamos sobre el terreno de juego. Está claro que tiene preparada una, o tal vez más de una y de dos. En los últimos años tenemos ejemplos como los de Krohn-Dehli, Augusto Fernández, el propio Radoja, Théo Bongonda, y un largo etc. Jugadores de los que apenas se había hablado, en algunos casos nada, y acabaron fichando por el cuadro de Balaídos. Este año también caerá alguno así.
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