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| Foto: EFE |
El Sevilla perderá a su delantero titular, Carlos Bacca, que se marchará al Milan a cambio de 30 millones de euros, extremo éste que ha confirmado el propio agente del futbolista, Sergio Barila. El traspaso del colombiano al mítico club italiano supone otra gestión espectacular del club de Nervión, que fichó a Bacca por 7 millones desde el Brujas belga, y en tan solo dos años ha ganado 23 millones con la operación. Sin duda, una gestión envidiable, saldada además con la consecución de dos títulos de la Europa League.
Ahora, los andaluces cuentan con dinero fresco en sus arcas para reforzar la delantera u otras demarcaciones que considere necesaria la dirección deportiva. En el Celta cuenta con dos objetivos marcados desde hace tiempo. El prioritario es Jonny, aunque no están dispuestos a pagar los 10 millones que marca la cláusula del jugador. Tampoco quieren pagar 10 millones por Santi Mina, y saben que el Celta no negocia rebajar estas cantidades, pero es probable que ofrezcan alguna cantidad por alguno de estos jugadores.
La idea del Sevilla sería la de fichar a alguno de estos futbolistas por una cantidad similar a la que en su día pagaron por Bacca, con la intención de obtener un rendimiento a corto plazo y traspasar a los jugadores posteriormente por una cantidad muy superior. El Sevilla paga más salarios que el Celta, lo que le permite poner a sus jugadores cláusulas de rescisión más elevadas. Su modelo de gestión es imitable, y el Celta, en una escala menor, está aplicando un modelo similar, aunque más focalizado, sobre la teoría, en el trabajo de cantera.
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