 |
| Foto: Julio Muñoz |
El regreso de Iago Aspas es una de las grandes ilusiones del celtismo, tanto que en ocasiones bordea el surrealismo al imaginarlo más cercano de lo físicamente posible. Personalmente siempre he estado convencido de que Iago Aspas colgará las botas como jugador del Celta. La única incógnita es saber con qué edad, y cuantos años pasarán desde su regreso hasta su adiós definitivo, pero pensar en el año pasado parece bastante precipitado.
El propio Iago Aspas, en declaraciones al diario Faro de Vigo, descartó fichar por el Celta este mismo verano: "Ahora mismo veo difícil regresar al Celta la próxima temporada”, contestaba a la pregunta sobre un posible regreso a Balaídos. No es difícil de imaginar. Aspas está cedido por el Liverpol a un Sevilla que está obligado a ejecutar la opción de compra. El problema es que con Unai Emery no tendrá muchos minutos, pero su salario está muy alejado de la contención salarial puesta en marcha por Carlos Mouriño hace unos años.
Para que su llegada se produjese tendría que producirse previamente una renuncia económica muy importante por parte del jugador, un esfuerzo por parte del Celta, y también por parte del club poseedor de sus derechos. En definitiva, como dice Aspas, muy difícil. No imposible, porque en el fútbol no se debe cerrar nunca ninguna puerta, pero muy difícil.
0 comentarios:
Publicar un comentario