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Foto: Salvador Sas |
El Celta tan solo se reforzó con la llegada de Théo Bongonda en el pasado mercado invernal. El conjunto celeste decidió pensar en el futuro en el mes de enero con la contratación de un futbolista que aportará mucho en las próximas temporadas, pero que no está contando con demasiadas oportunidades en el presente ejercicio. Sin embargo, el fichaje del belga no fue el mejor refuerzo del Celta en la segunda vuelta. Ese papel le corresponde a un futbolista que ya formaba parte de la plantilla.
Se trata de Augusto Fernández, a quien Eduardo Berizzo ha ubicado como pivote defensivo, transformado por completo la fisonomía del Celta. Con Augusto, el técnico argentino tenía un pequeño problema. Sabía que debía jugar, pero no acaba de ubicarlo. No lo probó apenas como extremo, la posición para la que lo fichó el Celta y donde jugó, sobre todo el priemr año, y tampoco acababa de dar un rendimiento extraordinario como interior. Llegó a jugar incluso de lateral derecho, ante el Espanyol, una prueba descartada desde su origen.
Con su puesto en juego, decidió dar un vuelco radical al equipo en el choque ante el Córdoba. El argentino sorprendía sacando de la alineación a Radoja, todo un indiscutible, para colocar en su puesto a Augusto Fernández. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, pensaría el técnico celeste, y la revolución dio resultado. El Celta ganó aquel partido, y encadenó una racha que le ha llevado a estar peleando por la séptima plaza a falta de cuatro jornadas para el final.
Y en esa mejoría, en la que ha colaborado todo el equipo, está muy presente la nueva demarcación del jugador argentino, que se ha adaptado como si hubiese nacido para jugar ahí. Ha aprendido muy rápido su nuevo oficio, porque Augusto tiene mucho fútbol, es un un jugador inteligente dentro del campo y tiene una gran capacidad de adaptación. Además, la pareja que forma con Krohn-Dehli es perfecta. Ambos se entienden muy bien dentro de un terreno de juego, y se complementan. Augusto es muy intenso, mete el cuerpo hasta desesperar y es casi imposible quitarle el esférico cuando lo posee. Suele buscar al danés, que se encarga de aportar fantasía.
El Celta ahora es un equipo dinámico, muy bonito de ver, y que además es efectivo. Si unimos estos cambios al buen momento de otros compañeros, y el refuerzo moral que aportan las victorias, tendremos la explicación del gran momento que atraviesa el Celta en las últimas semanas. Augusto seguirá en Vigo, donde el Celta ha encontrado un pivote defensivo a la altura de los mejores tiempos.
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