Las camisetas de Larrivey


Foto: Salvador Sas
A Larrivey no se le olvidará fácilmente el partido de ayer. A los pocos minutos de arrancar el partido, un salto a por un balón acaba con un tremendo choque de cabezas entre la suya y la de Sergio Ramos. El argentino fue el peor parado por la zona de impacto, y mientras que el defensa madridista se recuperó casi de inmediato, Larrivey necesitó ser asistido ya que la fricción había dejado una herida que emanaba sangre en su cabeza. 

La solución tomada por los servicios médicos fue la de poner un gorro de nadador al futbolista, como ya se ha hecho en otras ocasiones, sin ir más lejos hace quince días ante el Rayo Vallecano, lo lució Cabral tras un golpe en la cabeza. En esta ocasión, sin embargo, la solución no parecía ser la mejor. La hemorragia no se detenía, lógicamente, y el gorro parecía no contenerla. Durante la primera mitad tuvo que cambiar la camiseta en dos ocasiones con el consiguiente problema para el Celta. 

Esto se hizo notorio en la segunda mitad. Tras el descanso reapareció el argentino con el mismo gorro, y pronto volvió a tener manchada la camiseta. El problema es que cada vez que tenía que acudir a la banda para cambiar de indumentaria, no podía acceder de inmediato al terreno de juego, sino que tenía que esperar a que el juego se parase. Esa absurda norma, que desconoce gran parte del público y de los jugadores, desesperó a Balaídos, que veía a su equipo con diez mientras Larrivey solicitaba la entrada al terreno de juego. 

Habrá días mejores también para Larrivey, que además se llevó para casa un buen dolor de cabeza. 

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