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| Foto: Jorge Landín |
Como olvidar aquel Celta-Córdoba. El 1-0 era ferreo en el marcador, el equipo dominaba el partido y todo transcurría hacía la victoria en el pitido final. Pero entonces Teixeira Vitienes, el más pésimo de los hermanos, apareció. Su asistente pita juego peligroso, él luego penalti, se rectifica en el penalti a pesar de ver a Berizzo a su vera en medio del campo, y tras otra ronda de protestas vuelve al dictamen inicial: juego peligroso y falta a favor del Celta.
La imagen dio la vuelta al mundo. Este sábado el Celta y Jose Antonio volverán a cruzarse sus caminos. Veremos que se saca de la chistera esta vez, y si nos beneficiara o perjudicara. Porque con Teixeira nunca se sabe.
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