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| Foto: Salvador Sas |
Ya comentábamos hace un par de semanas una estadística según la cual el Celta solía resolver los partidos en el primer cuarto de hora de la segunda mitad. En aquella ocasión hablábamos de partidos que habían llegado igualados al descanso y en los que los de Berizzo habían aprovechado un buen arranque del segundo acto para dejarlos vistos para sentencia. Atlético de Madrid, Deportivo o Córdoba eran ejemplos recientes a los que agarrarse para destacar las buenas segundas partes de los vigueses.
El problema es cuando la primera mitad es tan mala que acaba por costar el partido. Algo así sucedió el pasado sábado ante el Athletic, o incluso ante el Villarreal, donde los de Berizzo encajaron dos goles en los últimos cinco minutos que convirtieron cualquier posibilidad de puntuar en una quimera. En ambos partidos, el Celta tuvo un buen arranque de segunda mitad, algo con lo que se cuenta, pero no fue suficiente para remontar, e incluso en Villarreal salió finalmente goleado.
Berizzo no es ajeno a esta tendencia en el Celta. Tampoco ante el Elche, a pesar de que el partido llegó empatado al descanso, jugaron bien los vigueses. El preparador argentino explicó esta mañana que “nuestros primeros tiempos no fueron buenos en los tres últimos partidos. Hay que entrar concentrados al partido. Cada futbolista tiene que buscar ese combustible que lo ponga en estado de alerta y tensión desde el principio”, recomendó el preparador argentino.
Pero, ¿Real mente existe un problema de concentración en los primeros minutos?. ¿Qué ha cambiado en este Celta que salía a morder en los primeros minutos de partido intentando resolver el partido desde el principio?. Veremos como sale mañana el Celta ante el Levante, un encuentro en el que un gol tempranero a favor de los celestes podría pesar psicológicamente al equipo de Alcaraz.
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