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| Foto: Miguel Ángel Polo |
Eduardo Berizzo y Teixeira Vitienes (el peor) terminarán siendo buenos amigos. Su relación en los últimos partidos está siendo convulsa. En el partido del Córdoba, disputado en Balaídos, el trencilla cántabro armó un lío importante cuando no sabía si atender las indicaciones de su colegiado o señalar lo que él consideraba que había visto. Sus dudas se prolongaron unos minutos, dando tiempo a que Berizzo alcanzase el área y le hiciese indicaciones. El argentino acabó en la caseta, pero Teixeira Vitienes terminó haciendo caso a su asistente.
El viernes decía Berizzo, cuando se le preguntó por la designación de Teixeira para este encuentro, que esperaba no tener que volver a prestar sus servicios al colegiado. Tiró de retranca el “Toto”, que ya ejerce de gallego cuando puede, pero ayer no se libró de Teixeira, que no le pidió ayuda, sino que le amonestó en el minuto 89 de partido. En el acta del partido, el trencilla explica que “Eduardo Berizzo fue amonestado por el siguiente motivo: alejar el balón de su área técnica retrasando la puesta en juego del balón”.
Otra tarjeta amarilla para un Berizzo que está mostrando una convulsa relación con el colectivo arbitral. Ha sido expulsado en dos ocasiones, una en Liga y otra en Copa, y ya acumula cuatro partidos de sanción, más uno que tiene pendiente en Copa del Rey, y que cumplirá el próximo año. Pero de todos ellos, el más especial es Teixeira Vitienes. El peor.
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