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| Foto: Jorge Landín |
Eduardo Berizzo barrunta dar una vuelta de tuerca al equipo. Al técnico argentino le preocupan los equipos que actúan con dos delanteros, y ha probado en varias ocasiones defensa de cinco ante este tipo de situaciones. De hecho, durante esta semana ha estado trabajando para parar al Villarreal en ataque, un equipo que ha demostrado tener un potencial importante en la zona ofensiva.
No es la primera vez que el Celta ha jugado con tres centrales, aunque en los últimos tiempos esa idea parecía haber quedado desterrada, con independencia del sistema empleadao por su rival. La experiencia debería indicarle a Berizzo que tal vez no sea buena idea plantear el partido con tres centrales. En el partido de ida, disputado en Balaídos, ganaron los castellonenses por tres goles a uno, y el Celta había utilizado en muchos momentos del partido un sistema con tres centrales, siendo Radoja el tercero, que actuaba como pivote en acciones de ataque.
El domingo no parece que la opción vaya a ser Radoja, sino la inclusión de Sergi Gómez en el equipo, que regresaría así tras la sanción que le dejó en la grada el pasado lunes. La recuperación de Hugo Mallo, que estuvo a buen nivel ante el Elche, parece que le vuelve a cerrar las puertas de la titularidad, aunque un cambio en el esquema le beneficiaría.
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