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| Foto: Lalo R. Villar |
El Celta ha dado un gran cambio en las últimas jornadas, y en gran medida gracias al cambio de dibujo táctico llevado a cabo por Berizzo ante el Córdoba, aunque ya se había insinuado en algún otro momento de la Liga. Aquel día sorprendió con Augusto y Krohn-Dehli compartiendo doble pivote en la medular, con Fabián Orellana por delante de ellos. Con el paso de los partidos ha ido matizando este esquema, colocando a Radoja al lado de Augusto, y a Krohn-Dehli como enganche, pero parece que el doble pivote, con independencia de quienes sean los protagonistas, ha llegado para quedarse.
Así lo constató esta mañana el propio Berizzo: “Si no son ellos (Radoja y Augusto) serán otros, pero la idea del doble pivote equilibró al equipo, y le dio un fútbol a partir de ellos, y una seguridad en la circulación de pelota. Debemos insistir con ello, sea quien sea la pareja de pivotes”, señaló.
Desde la irrupción de Augusto como pivote, y desde el cambio de esquema, que en realidad es un matiz de la idea inicial, el Celta ha ganado diez de los doce último puntos en juego, y tan solo ha encajado un gol, ante la Real Sociedad. En los otros tres partidos ha logrado dejar la portería a cero, y desde que Radoja acompaña a Augusto, no ha encajado ningún partido y los dos partidos se han saldado con victoria por dos goles a cero (Atlético y Deportivo).
Gustavo Cabral señalaba en una entrevista a Faro de Vigo, la importancia de estos dos futbolistas a la hora de dar mayor seguridad defensiva al equipo. Esta mañana era Berizzo quien destacaba la importancia de perder menos balones, apoyado en una mejor circulación del balón, y también en hacerlo en zonas menos peligrosas para una posible contra del rival. Lo cierto es que, al margen de las excelentes intervenciones de Sergio, el Celta no ha recibido demasiadas oportunidades de gol en los últimos encuentros.
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