Berizzo relaja las concentraciones previas a los partidos

Foto: Ricardo Grobas

Cada maestrillo tiene su librillo, y cada entrenador utiliza sus métodos para afrontar los partidos. El Celta de Luis Enrique era diferente al de Berizzo en muchos aspectos, y también en la relación con la plantilla. Una de las diferencias estribaba en las concentraciones previas a los partidos. El técnico asturiano, muy de la escuela Guardiola, no era partidario de las mismas cuando el Celta jugaba en Balaídos, y viajaría en el mismo día jugando como visitante si pudiese. 

La llegada de Berizzo cambió inicialmente este aspecto. Al técnico argentino le gustaba más concentrar al equipo, charlar durante el mismo día sobre el partido, e incluso en algún partido disputado fuera el equipo llegó a viajar un jueves para jugar el sábado, algo que sucedió en los partidos de Málaga y Sevilla. No es la situación ideal para un futbolista, especialmente para unos jugadores que se habían habituado a un sistema muy diferente, más liberado y relajado. 

En los últimos encuentros, Berizzo ha apostado por liberar a sus futbolistas, renunciando a las concentraciones cuando el Celta juega en Balaídos. Ayer lo explicaba en la sala de prensa: “A veces nos concentrábamos, el equipo estaba habituado a no hacerlo, y en un momento dado entendí que descomprimir era saludable. No es un factor fundamental de la planificación”, matizó el argentino, que negó que la petición haya surgido de los jugadores aunque “si me lo hubieran pedido, lo habría valorado”. 

Una de las razones que se esgrimían para explicar la falta de arraigo entre la plantilla y el cuerpo técnico, cuando los resultados no acompañaban, era precisamente la de las largas concentraciones, molestas para los jugadores. Luego comenzaron a llegar las victorias y se olvidó este asunto.