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| Foto: Adrián Irago |
Pocos entendieron el último cambio realizado por Eduardo Berizzo, cuando ya sobre el minuto 90, decidió retirar del terreno de juego a Gustavo Cabral para dar entrada a Pablo Hernández. Más allá de las connotaciones tácticas del cambio, lo que molestó a un sector de la grada fue el momento en el que se realizó, entendiendo que la pérdida de tiempo solo beneficiaba al rival.
El cambio, además, pilló por sorpresa a los propios jugadores celestes, y esa incertidumbre provocó que la sustitución no fuese ágil, lo que desesperó a Balaídos. Hay que decir que el cambio apenas tuvo incidencia en el juego, en los escasos minutos que restaban para la conclusión del choque. El propio Berizzo justificó el cambio realizado: “La salida de Cabral fue porque faltaban tres minutos y buscábamos juego aéreo. Incluso en la última jugada tuvimos una oportunidad y nos daría el empate”, explicó el preparador celeste.
Con ese cambio, el Celta terminó el partido con dos únicos defensas en el equipo, ambos por el costado izquierdo: Fontàs y Jonny. Una alineación suicida para afrontar los minutos de descuento. En la práctica no sirvió para mucho, ya que Pablo Hernández apenas pudo contactar con el balón durante el tiempo que estuvo en el campo.
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