El día que el "Gato" voló sobre el Manzanares


Foto: Getty Images
Cuando comenzó la temporada, no eran pocos los que creían que el reto que tenía que asumir Sergio Álvarez podía quedarle un poco grande. A pesar de que sus actuaciones con el primer equipo siempre habían sido correctas, había algo en torno a él que provocaba que a más de uno no le convenciese su presencia en la portería céltica. De poco valía el recuerdo de aquella temporada en Segunda División, cuando logró arrebatarle la titularidad a Yoel y terminar convertido en el portero del ascenso, o los partidos de Liga disputados en el final de la pasada temporada. 

Nada importaba, a pesar de que Sergio nunca había fallado. Era evidente que la mejor manera de demostrar que era un portero válido para la portería celeste era con hechos. Y esos hechos comenzaron con fuerza en el partido de ida ante el Atlético de Madrid. Aquella tarde de septiembre, el gato voló sobre el Manzanares, con una actuación portentosa que catapultó al Celta, permitiendo terminar el encuentro con un empate que costó sangre, sudor y lágrimas. 

Fue el partido de la presentación oficial de Sergio ante el fútbol español. Acostumbrados como están los medios nacionales a prestar atención solo a su ombligo, aquel día Sergio logró llamar su atención por el escenario en el que se produjo la gesta. Sería la primera de muchas. Luego llegaría el penalti detenido a Medunjanin en el derbi, la extraterrestre actuación en el Camp Nou, y un largo etcétera de partidos en los que Sergio brilló con luz propia. 

Le vendrá bien recordar estos partidos al “Gato” de Catoira, que ha comenzado el año con alguna duda en acciones puntuales, y que no debe olvidarse de lo que ha sido capaz de hacer, de lo que ha logrado construir en torno a él. Aquel gato, el de la primera vuelta en el Vicente Calderón, es el mismo que este domingo se pondrá los guantes para intentar frenar a un Atlético de Madrid envalentonado tras humillar su gran rival. Pero que ni él, ni los que están enfrente, olviden aquel día en el que el gato voló sobre el Manzanares. 

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