Celta y Deportivo: Dos formas de afrontar una crisis económica


Foto: Ricardo Grobas
Ayer publicábamos en esta web el estudio realizado por Roberto Bayón, experto en finanzas del fútbol español, y periodista en La Nueva España. En él se recogían los gastos de los clubes en materia de salarios a la primera plantilla, y descubríamos cosas muy sorprendentes, como el gasto realizado por Celta y Deportivo para dichos conceptos. El conjunto herculino, a pesar de atravesar una gravísima crisis económica, y tener el equipo repleto de futbolistas cedidos, gasta 2 millones de euros más que el Celta en este concepto. Pero lo más sorprendente es que supone un 64,20% de su presupuesto total, una auténtica temeridad, especialmente si se compara con el más moderado 44,23% que destina el Celta. 

Tanto Celta como Deportivo vivieron por encima de sus posibilidades durante muchos años. El derroche y el "hoy" fueron lo más importante durante muchos años. El Celta paró el contador de su deuda en 84 millones, mientras que el conjunto coruñés llegó más alto en lo deportivo a costa de incrementar su deuda hasta límites insoportables, superando los 160 millones de euros. 

En Vigo, con la llegada de Mouriño y el descenso a Segunda, tocó hacer borrón y cuenta nueva. Se rescindió el contrato de todos los jugadores con sueldos más elevados, se apostó por la cantera, no solo por los jugadores que subían al primer equipo, sino también por una fuerte inversión en infraestructuras, tanto humanas como deportivas, para dotar al club de un vivero del que sacar futbolistas que ayudaran en lo deportivo, pero también en lo económico. La jugada salió casi perfecta. El Celta logró el ascenso tras algunos años complicados, con un equipo repleto de canteranos, y la venta de jugadores salidos de A Madroa supera los 15 millones de euros. 

Entre estos conceptos, más otras ventas y la contención salarial de los últimos años, el Celta ha visto la luz al final del túnel, teniendo en la actualidad una deuda contenida, con una plantilla en la que todos los jugadores son propiedad del Celta, y por tanto, patrimonio deportivo y económico de la entidad. Una gestión ejemplar, con sus errores y sus peajes, pero que ha llevado al club vigués a una situación envidiable para la gran mayoría de clubes españoles. 

En Coruña se optó por lo de casi siempre. Tino Fernández llegó a Riazor con aires renovadores, pero en esencia está haciendo lo mismo que su predecesor: No mirar más allá de pasado mañana. Lejos de apostar por la cantera, el pasado verano prescindió de Fernando Vázquez, un entrenador que apuesta por los más jóvenes, para abrazarse a Víctor Fernández. Toda una declaración de intenciones por parte de un club que no tiene interés alguno en su cantera, cortando así una de las mayores vías de ingresos de cara al futuro que puede tener un club. 

El Deportivo es uno de los equipos que cuenta con más fichas profesionales, y el decimotercero en cuanto a gastos en personal, superando a la mayoría de sus rivales por la permanencia, pero casi ninguno de esos jugadores es patrimonio del club, y pocos futbolistas puede traspasar para pagar todo lo que debe. Con un proceso concursal muy exigente, sobrevive por los dos años de carencia conseguidos, no teniendo que pagar nada de la deuda hasta el mes de enero de 2016, pero dentro de un año empezará lo más duro. ¿Estará preparado el Deportivo para generar unos 10 millones de beneficio anuales y poder acometer los pagos?

Dos formas muy diferentes de afrontar una crisis económica de ese calibre. Al Celta le ha salido bien su fórmula, y es hoy un equipo con un futuro envidiable, al que incluso un descenso a Segunda no le afectaría excesivamente en lo económico. En Vigo se fueron futbolistas importantes por no poder afrontar su salario. En Coruña se intentó fichar a Mitroglu, y llegó Cuenca, descartado por el Celta por su salario. El Deportivo lo ha jugado todo a la carta del pan para hoy. Veremos que le depara el mañana. 

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