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| Foto: Adrián Irago |
Borja Iglesias llegó el pasado verano a Vigo, tras recorrer la trayectoria levantina formando parte de las categorías inferiores de dos clubes ilustres como el Valencia y el Villarreal. En Castellón se había mostrado como un buen goleador, anotando 11 tantos con el equipo C, que militaba en Tercera División. Sus credenciales goleadoras invitaron al Celta a repatriarle tras varios años jugando lejos de su Galicia ntal.
Compostelano de nacimiento, Iglesias volvía a jugar al fútbol muy cerquita de su casa, en un filial que apostaba por la juventud, tanto de la plantilla, con muchos componentes del equipo juvenil, como del banquillo, ya que los entrenaría el que había sido entrenador del Juvenil, David de Dios. No fue un año bueno para el Celta, que arrancó la temporada a un ritmo sublime, pero acabó la temporada fatal, con descenso a Tercera División incluido.
Finalmente los despachos evitarían el descenso, y el Celta recomponía los pedazos aprovechando a los mejores futbolistas del pasado curso, e incorporando a bastantes jugadores procedentes del mercado o de las categorías inferiores. Uno de los que se quedó fue Borja Iglesias, que había respondido con goles a las exigencias del club. El santiagués anotó 13 tantos en 35 partidos, y se mantenía en la plantilla.
El filial arrancó la presente temporada con un nuevo entrenador, aunque pocas cosas cambiaron para Borja Iglesias, que tiene el 9 reservado antes de cada partido. Y, como ya hizo el pasado curso, Borja responde con goles. El domingo anotó ante el Zamora, el que supone su noveno gol de la temporada, en 21 partidos jugados, lo que supone un incremento de la media goleadora con respecto al pasado curso. De 0,37 a 0,43 goles por partido. Ese es el crecimiento de Borja Iglesias esta temporada.
Además, la sanción de Larrivey le permitió ir convocado en un par de ocasiones con el primer equipo, e incluso dispuso de sus primeros minutos con el primer equipo. Berizzo lo hizo debutar en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde jugó poco más de diez minutos en los que apenas pudo entrar en juego. El Celta había estado con un hombre menos prácticamente durante todo el encuentro, y la entrada del santiagués coincidió con el momento en el que el equipo dijo basta en el aspecto físico.
La delantera celeste tendrá en Borja Iglesias una opción de futuro. Borja Iglesias ha cumplido 22 años el pasado mes de enero, y tiene por delante mucho futuro. Seguirá curtiéndose en el filial y quien sabe si tendrá alguna oportunidad más con los mayores. De momento, su trayectoria habla de un jugador que siempre ha respondido en el aspecto goleador, algo a valorar por los técnicos celestes.
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