El ex céltico Gabriel Tamas regresa a su país, y lo hace con una pequeña, o grande, traición al equipo en el que alcanzó la élite del fútbol rumano y le permitió salir al extranjero. Tamas jugará en el Steaua de Bucarest, eterno rival del Dinamo, club en el que jugó en varias etapas, perímetro en la Temporada 2002-03, y posteriormente entre 2004 y 2006, y entre 2008 y 2010. Varias temporadas que no impidieron que firmase por Steaua, a pesar de tener una oferta de su ex equipo.
Recién llegada a Steaua, Tamas destacó a la familia como uno de los factores más importantes para tomar esa decisión. Teniendo en cuenta que ambos equipos juegan en la misma ciudad, es muy probable que la cantidad económica ofrecida por el único equipo rumano que ha ganado un título europeo, sería muy superior a la de su ex equipo.
Tamas, para los más jóvenes que no recuerdan su etapa en el Celta, vistió la camiseta celeste en la Temporada 2006-07. Fue uno de los primeros fichajes de la era Mouriño, y aunque demostró buenas maneras en fases de la temporada, su rendimiento en Vigo solo cabe calificarlo como decepcionante.
La rivalidad entre Steaua y Dinamo viene de atrás, y ambos disputan el clásico rumano, el partido más esperado por sus aficionados. Ambos equipos fueron fundados durante el régimen comunista: El Steaua se fundó bajo el amparo del Ministerio de defensa, mientras que el Dinamo representaba al Ministerio de Interior. Desde su fundación se convirtieron en los dos equipos más importantes del país, y se reparten 43 ligas rumanos entre ambos: Steaua (25) y Dinamo (18).
El fichaje de Tamas por el Steaua, es como si un ex jugador del Celta se debatiese entre una oferta del conjunto céltico y otra del Deportivo, y terminase declinándose por esta última oferta. Una situación extraña, y que le haría no ser muy bien recibido en Balaídos en la siguiente visita con su nueva camiseta.
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