El atípico debut de Santi Mina


Foto: LOF
El próximo lunes, Santi Mina regresará al Estadio que le vio nacer como futbolista de Primera División. Y eso que aquella tarde de sábado no vivió su primero coqueteo con la élite, que tuvo lugar en una eliminatoria de Copa del Rey frente al Real Madrid, pero aquellos fueron sus primeros minutos en partido oficial con el Celta. El canterano, con cifras espectaculares el equipo juvenil, saltó al terreno de juego en lugar de Iago Aspas, en los albores de la segunda mitad. 

El cambio, interpretado por Aspas como un castigo por parte de su entrenador, no fue bien recibido por el jugador moañés, que no saludó a su compañero debutante y se fue dando patadas a cuanto balón se cruzaba en su destino por la banda del Coliseum. Santi Mina saltó al campo y cumplió, al menos lo que podía, dentro de un equipo roto, y que navegaba a la deriva desde hacía semanas. 

Perdió el Celta, con el entrenador en la picota, y un lío bárbaro en el vestuario, con algo más que palabras entre Mario Bermejo y Iago Aspas. El cántabro, ejerciendo de hermano mayor, sujetaba por la pechera al genio de Moaña exigiéndole explicaciones por lo que había hecho al ser sustituido. La élite debía ser eso, pensaría el bueno de Santi, que pudo comprobar posteriormente que no todos los partidos se viven con tanta adrenalina, ni  con tanta apatía en el campo. De todo se aprende. 

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