Betis y Celta se jugaban en 2011 su retorno a Primera División. El conjunto vigués visitaba el Benito Villamarín en un encuentro en el que buscaba recortar las distancias con los verdiblancos. El cuadro celeste se iba descolgando del mano a mano que protagonizaban los andaluces con el Rayo Vallecano. El desenlace de aquel curso, con la eliminación en Los Cármenes, es sabido por todos.
El Celta logró aquella mañana de un domingo de primavera salir vivo del Benito Villamarín. El equipo vigués se encontraba con Gil Manzano, uno de los árbitros emergentes del fútbol nacional. El extremeño firmó una pésima actuación. Perjudicó a ambos conjuntos, pero lo cierto es que acabó exasperando a un Celta que veía cómo se escapaba una gran oportunidad para reengancharse a los puestos de ascenso directo.
La actuación de Gil Manzano dejó a los celestes con dos hombres menos sobre el terreno de juego. Mostró una amarilla por mano a Roberto Lago que era completamente inexistente (había interceptado el balón Michu) y acabó desquiciando a Iago Aspas, que vio la roja por protestar y acabó recibiendo una sanción de tres partidos, y a Paco Herrera, que a la conclusión del encuentro manifestó los malos arbitrajes que estaban sufriendo sus hombres.
Pero la relación de Gil Manzano, árbitro prometedor por aquel entonces, no se reduce al polémico encuentro del Benito Villamarín. El extremeño, además de confundir a Larrivey con Augusto o a Roberto Lago con Michu, se cruzó en el camino del Celta en el inicio de aquel curso futbolístico 2010/11. Los celestes estaban cerca de vencer a domicilio al Villarreal B cuando el colegiado extremeño se inventó un penalti de Falcón sobre Airam Cabrera.
El error de Gil Manzano, no obstante, no es la primera vez que ocurre en el fútbol español. Incluso no es algo nuevo para el Celta. El conjunto vigués ya sufrió una sanción similar en la campaña 2009/10 cuando Piñeiro Crespo vio a Catalá en una discusión con Notario en vez de a Trashorras. El de Rábade, al igual que Augusto, también había reconocido su culpabilidad antes de emitirse una sanción. Otro caso más curioso ocurrió al término del desenlace del curso 2005/06. En ese choque, un Celta-Getafe, Mejuto González dio como goleador a Gustavo López cuando el tanto lo había anotado Contreras.
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