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| Foto: Xoan Carlos Gil |
Las desgracias se ceban con el Celta. A la ya conocida derrota ante el Almería, hay que sumar las molestias físicas con las que se retiró Charles del terreno de juego, así como la poco afortunada frase con la que Larrivey calificó al colegiado al término del partido, al que llamó ladrón, según recogió este en el acta del partido. Además, hay que sumar las amarillas vistas por Fontàs y Nolito, la quinta de la temporada en ambos casos, y que les impedirán estar ante el Sevilla.
Se repite una tónica general durante esta temporada, que son las amonestaciones por protestar. Alguien debería parar esto, porque puede traer consecuencias nada positivas para la trayectoria del Celta. Tanto Nolito como Fontàs, que tenían cuatro amarillas, vieron la quinta por protestar. Situación similar a Orellana, que ya alcanzó el primer ciclo de tarjetas, casi todas por la misma razón, y hoy vio otra, la octava de la temporada, por el mismo motivo.
Además de los jugadores que cumplen ciclo, otros tres se encuentran a una amarilla de perderse un partido por sanción. Se trata de Gustavo Cabral, Jonny y Charles. Este último vio una amarilla anoche por protestar al colegiado al término de la primera mitad. Convendría que este tipo de situaciones se controlasen antes de que se nos escapen de las manos.
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