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| Foto: EFE |
El calendario se comprimió en el mes de diciembre. El Celta afrontaba un partido cada tres días. Berizzo anunciaba cambios para cada uno de los compromisos. En la previa del choque ante el Almería confirmaba que habría modificaciones con respecto a la ilusionante actuación firmada ante la UD Las Palmas.
El preparador argentino introdujo cambios en todas las líneas. Los retornos de Sergio y Cabral eran esperados. No tanto la suplencia de Carles Planas, posiblemente el lateral que más profundidad da al equipo. En la medular Álex López regresó al banco mientras Augusto Fernández fue el ´socio´ de Radoja y Krohn-Dehli en la sala de máquinas.
En ataque es donde estuvieron las decisiones más polémicas. Nolito, entre algodones, esperó su oportunidad desde el banquillo. Berizzo optaba por premiar el rendimiento de Santi Mina en el choque ante la UD Las Palmas y el Málaga. En la referencia ofensiva también había novedades. Charles volvería a disponer de una nueva oportunidad para reivindicarse, una decisión que motivaba la suplencia de Larrivey. El descartado volvía a ser Levy Madinda.
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