Respeto

Antes de comenzar el partido en Balaídos se procedió a guardar un respetuoso minuto de silencio por la memoria de la agente de Policía fallecida durante el tiroteo producido en O Calvario, tras el asalto a una entidad bancaria. Decimos respetuoso porque es la palabra que suele acompañar a los minutos de silencio en todos los campos de fútbol, pero ayer, desgraciadamente, no se cumplió. 

Un sector de la afición, focalizado en la grada de Preferencia Lateral no mantuvo el minuto de silencio, lo que  provocó el rechazo de gran parte de los aficionados presentes en Balaídos que increparon a estos por no respetar la memoria de una persona fallecida. Podemos entender las diferencias que este grupo de aficionados tenga con la Policía, pero ayer no se trataba de personalizar ni de significarse, se trataba de respetar la muerte de una persona, fuese cual fuese su profesión, en trágicas circunstancias. 

Era un buen momento para mantenerse al margen, ceder el protagonismo a quien correspondía, y aunque no sintieran lo sucedido, al menos mostrar indiferencia. El resto de aficionados del Estadio se hubiese conformado con eso, siempre que mantuviesen el respeto que no existió. Nunca he criticado que se politice, o se haga uso de la misma en torno al fútbol. De hecho, el propio fútbol lo politiza al dedicar uno de sus torneos más importantes a la figura del jefe de estado, pero lo de ayer no tenía nada que ver con eso. Tenía mucho que ver con el respeto. Y de eso no hubo nada.