Orellana, a punto de entrar en el club de los centenarios

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Alcanzar la élite es difícil, pero todavía lo es más mantenerse. Por eso cuando Fabián Orellana pise este sábado el césped de Balaídos para enfrentarse al Éibar -siempre que Berizzo apueste por él- lo hará con el aliciente de estar jugando su partido número 100 en Primera División. El internacional chileno, que llegó a España en 2009 para recalar en las filas del Xerez, lleva en las piernas la friolera de 99 partidos en la máxima categoría del fútbol español, un registro que en el Celta actual solo ha superado Borja Oubiña.

Los primeros minutos de Orellana en Primera datan de octubre de 2009. Fue ante el Tenerife, y defendiendo la camiseta del Xerez, cuando el chileno tuvo su primer contacto con la élite del fútbol español. Vivió poco más de media hora sobre el césped en el que fue el primer paso de una carrera que ha tenido altibajos a lo largo de estos años. Los 26 partidos de Liga que llegó a jugar en su primer año en España dieron para todo. Encadenó titularidades, sufrió un bajó en su rendimiento y acabó el año siendo indiscutible en los planes de Gorosito, el último en hacerse cargo del equipo.

El descenso del Xerez le cerró las puertas de Primera, y el internacional con Chile probó las mieles de la Segunda División en las dos temporadas siguientes, primero en el Granada, y más tarde en el Celta, los dos equipos que marcan la trayectoria del chileno en España.

Fue con el equipo nazarí con el que regresó a la élite en la temporada 2012/13, pero su rendimiento no acababa de convencer en las filas andaluzas y los celestes lo recuperaron en el mercado de invierno. Ese curso zanjó la temporada con 31 partidos en su cuenta -17 con el Granada y 14 con el Celta- y con más dudas que certezas en lo que a su rendimiento se refería. Y es que el Orellana resolutivo que los célticos habían conocido en Segunda no se dejó ver en el equipo de Primera, y el arranque de la temporada pasada, con Luis Enrique al frente del navío celeste, no resultó más fácil.
Las primeras semanas del curso 2013/14 fueron complicadas para Orellana. Luis Enrique le invitó a salir, pero él decidió pelear el puesto. En los primeros partidos del curso fue carne de banquillo, saliendo habitualmente en las segundas mitades, pero su mejoría partido a partido acabó por convencer al entrenador asturiano. Se convirtió en una ficha inamovible y acabó el año con 31 partidos de Liga a cuestas.

La mejor versión de Orellana había llegado para quedarse, y esta temporada se ha erigido en pieza clave en el tridente ofensivo diseñado por Eduardo Berizzo. Once partidos -se perdió uno por ciclo de sanciones- le contemplan en lo que va de esta Liga.

Con 99 encuentros en la élite -32 ganados, 23 empatados y 44 perdidos-, 6.494 minutos y una decena de goles celebrados, Fabián Orellana puede entrar mañana en el club de los centenarios en Primera.

Lorena García Calvo / La Voz de Galicia