El Museo de maquetas y dibujitos


Tengo la esperanza de que cuando esté finalizado el Nuevo Balaídos, sea en esta década o en la siguiente, alguien tenga el detalle de buscar un espacio para dotar al estadio de un Museo en el que se recojan todas las maquetas y dibujitos (Caballero dixit) de los múltiples proyectos frustrados de reforma del estadio Municipal en los últimos años. Sería un impagable recorrido por la historia arquitectónica de esta ciudad, con todas las tendencias de cada época. 

Para ese museo ya tenemos una nueva maqueta, que fue presentada ayer por el Concello con gran euforia. Sin duda tendrá un lugar destacado en esta exposición. La nueva maqueta promete mucho. Un estadio celeste, que cambie de color por la noche y que se ilumine al son de los goles que marquen Larrivey, Nolito y compañía. Un estadio que ha tenido maqueta antes que proyecto real, o mejor dicho, primero se ha hecho el proyecto de la maqueta, luego ya vendrá el del estadio. Solo se trata de cambiar las dimensiones, incluso se podría plantear una impresión en 3D. Cualquier día vamos a Balaídos y vemos un estadio nuevo. 

No será tan fácil, a pesar de que Caballero se muestra entusiasmado consigo mismo y con la rapidez con la que se va a ejecutar el proyecto. Un proyecto, que por cierto, iba a arrancar en septiembre, pero que de momento se retrasa hasta el mes de enero. Así lo afirmó el mandatario vigués con Rafa Valero en Radio Marca Vigo, asegurando que las obras del estadio estarían finalizadas en el verano de 2017. Dos años y medio para dejar finiquitada una reforma muy necesaria, pero que se ve todavía lejana. 

No está en mi ánimo desconfiar de la palabra o las intenciones de Abel Caballero. Es inevitable echar un vistazo al calendario electoral y ver que en el mes de mayo toca reelección, como también lo es evitar analizar que la crisis de su partido se puede llevar por delante al de Ponteareas. Teorías de la conspiración, nada más, pero los constantes retrasos y la falta de un proyecto real llevan a la desconfianza. A día de hoy parece realmente complicado, sin concurso público, pensar que en el mes de enero habrá obreros en Balaídos. Ojalá sea así. 

El presente proyecto de reforma de Balaídos está siendo un tanto chapucero. Se ha hecho todo a la carrera, sin un proyecto sólido desde el principio. Caballero presume de haber decidido este verano la reforma integral del estadio, pero eso es una verdad a medias, toda vez que el primer anuncio fue la reforma de las gradas de Río y Tribuna, quedando a expensas de la financiación de otras instituciones la reforma de Marcador y Gol. De hecho, el cartel del Concello anunciando la obra, que preside Balaídos, ha tenido que ser cambiado después de que una de las imágenes colocadas había sido sacada de Internet y no tenía nada que ver con el proyecto. 

Solo espero estar equivocado, que las sospechas sean infundadas, y que en el mes de enero todo arranque con normalidad. Sería una excelente noticia. No me gustaría ver otra maqueta en ese museo imaginario. La reforma es necesaria, y me preocupa que alguien intente sacar rédito político de una maqueta muy bien elaborada.  Imaginaciones mías, probablemente. 

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