El Celta maniobra para mejorar su contrato televisivo


Mouriño saluda al vicepresidente de la Real Sociedad, Mikel Ubarrechena. Foto: Marta G. Brea
El club celeste y la Real Sociedad, en posición de fuerza respecto a la campaña 2015-2016

Los derechos televisivos son la fuente de ingresos sustancial del Celta, como sucede con la mayoría de clubes. Constituyen el cimiento sobre el que se basa la estabilidad presupuestaria. El club prevé una ligera bajada en conceptos como la partida de abonados (de 3,6 millones de euros a 3,4) o la venta en tiendas (de 1,6 millones, con las exitosas equipaciones del ejercicio anterior, a 800.000 euros). Las ventas de jugadoras fluctúan mucho y dependen, en todo caso, más de la demanda que de lo que uno ofrezca. Los derechos televisivos, en cambio, constituyen la partida casi inmutable: de 21,8 a 21,7. Es lo que le queda al club vigués descontando lo que la Liga retiene para fondos comunes como el de solidaridad o la ayuda a los que descienden -en ese caso, el Celta percibiría cerca de 10 millones, lo que le permitiría adecuar más fácilmente sus cuentas a la brutal transformación que Segunda exige, en un mecanismo que no existía en 2007-.

El contrato televisivo en vigor del Celta expira el próximo mes de junio. En la actual coyuntura, la directiva calculaba mantenerse en el entorno de los 23 millones en la renovación. Sin embargo, los célticos han adquirido una fuerte posición negociadora que podría permitirles incrementar esa cifra.

La Liga se plantea empezar a vender los derechos televisivos de forma centralizada -todos los clubes en bloque- a partir de la campaña 2016-2017. Falta el real decreto que lo permita y muchos cabos por atar. Persisten tensiones internas en la Liga respecto al sistema de reparto. En todo caso, queda una campaña suelta, la 2015-2016, en la que el Celta tiene una extraordinaria capacidad de maniobra.

A día de hoy, 38 clubes de Primera y Segunda han acordado con Mediapro la cesión de sus derechos televisivos para la próxima campaña. En Primera solo quedan por firmar Celta, Real Sociedad y Espanyol. Son tres de los once clubes que tenían contrato con Canal Plus, operador que Prisa ha vendido a Telefónica aunque la operación sigue pendiente del beneplácito de la comisión europea de la competencia.

Los demás del grupo, urgidos por sus necesidades financieras, reclamaron a Canal Plus un acuerdo para la temporada 2015-2016 y anticipos. El limbo legal impidió satisfacer sus necesidades. Así que empezó el desfile de clubes hacia Mediapro en busca del dinero.

Real Sociedad y Celta, que mantienen una excelente relación institucional, caminan de la mano en este asunto. Ambos disfrutan de una situación económica holgada -mucho más en el caso donostiarra-. Al no tener una necesidad inmediata de ingresos, han preferido esperar a que se aclarase el panorama. El Espanyol sí está angustiado, pero ha tenido conflictos con Mediapro -empresa catalana- que dificultan el pacto.

El poder de Celta y Real Sociedad se centra en la venta de los derechos televisivos internacionales, que ha de realizarse como un paquete global. Todos los clubes deben estar de acuerdo. Sin célticos y donostiarras, el negocio queda bloqueado.

Es una situación similar a la de la temporada 2006-2007, cuando el entonces presidente del Sevilla, José María del Nido, impidió la retransmisión de los partidos del Sánchez Pizjuán y forzó así una mejora sustancial en su contrato televisivo. Celta y Real Sociedad presentan una postura más moderada, pero igualmente firme. En Praza de España confían en que su posición tenga éxito y vender la temporada 2015-2016 a algún operador en los próximos días.

Armando Álvarez / Faro de Vigo

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