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| Foto: Xoan Carlos Gil |
Luis Enrique ya dejó claro en el Celta que sus equipos respiran a través del balón. Si al ideario futbolístico del técnico se le añade el hecho de dirigir ahora a un Barcelona que lleva en su ADN idéntica filosofía, y con jugadores sobrados de calidad, el resultado es un grupo dominador de la pelota en todos encuentros. Su promedio de posesión del esférico se sitúa en un 61% y ha llegado a disfrutar de encuentros en los que mantenía la pelota hasta en el 65% del tiempo. Ese fue el caso de los culés en su visita al estadio del Levante, justo la otra cara de la moneda. Los barcelonistas solo permitieron que el equipo granota controlase el esférico durante el 35% del partido, un ratio mínimo incluso para un equipo que promedia un control del balón del 44% y que en su mejor tarde -en la derrota 0-2 del arranque liguero ante el Villarreal- firmó un 53%.
Salvando las distancias de presupuestos y plantillas, el Celta es un caso muy similar al del Barcelona. Eduardo Berizzo ha conservado el gusto por el balón y por dirigir a un equipo protagonista sobre el terreno de juego, y hasta el momento nunca han permitido que el rival disfrutase de una media de posesión por partido más alta. Ante la Real Sociedad y en la visita al Vicente Calderón los célticos no pudieron pasar de un 50% del control de la pelota, mientras que, al igual que sucediera con el Barcelona, frente al Levante dispararon su promedio.
En el último encuentro de los de Berizzo el balón llegó a estar en poder de los célticos durante el 64% del partido, un ratio que equipos como el Real Madrid o el Valencia, que ocupan las primeras plazas, no alcanzan. Solo el Barcelona, en el choque frente a los granotas, mejoró el promedio vigués en un punto porcentual. Hasta el pasado viernes, los célticos tenían como referencia en cuanto a posesión el choque frente al Villarreal. En su primera derrota del curso habían disfrutado del 58% del control del balón, superando así el 54% del arranque ante el Getafe y el 55% del control frente al Córdoba.
La preferencia, tanto de Barcelona como de Celta en cuanto a querer ser protagonistas del balón está clara, si bien ahora queda por comprobar cuál será el planteamiento con el que Eduardo Berizzo buscará puntuar en el Camp Nou. Como referencia, ante el Atlético de Madrid, uno de los grandes, Berizzo no se arrugó y sacó de inicio un equipo ambicioso que en la recta final primó el conservadurismo. Habrá que esperar al sábado para saber si ante los de Luis Enrique mantiene la osadía.
El resto de la Liga
El Real Madrid, que se impuso al Barcelona sin necesidad de tener la posesión del balón, es el segundo equipo que más promedio de pelota tiene en lo que va de campeonato, con un 55%. Fue ante el Elche cuando los de Ancelotti controlaron durante más tiempo el esférico, computando 20 puntos porcentuales más que los ilicitanos. El Rayo, equipo ambicioso con la pelota donde los haya, tiene también un lugar destacado en términos de posesión, puesto que promedia un 53% y también frente al Elche alcanzó un control del 62%.
El Athlétic, a pesar de estar viviendo una temporada difícil en cuanto a resultados, no renuncia a tener el control del juego, y al igual que la Real Sociedad maneja el 52% de la posesión. Los de Valverde llegaron a dominar al Éibar con mucha claridad (62% de posesión) a pesar de que el marcador no les deparó los tres puntos.
En el polo opuesto, el Levante, el Espanyol y el Granada destacan como los equipos más propensos a renunciar a la pelota, promediando todos ellos una posesión inferior al 50% que les ha deparado resultados dispares. Un planteamiento que ni Celta ni Barcelona conciben, puesto que su fútbol surge a través del control del balón. Una apuesta que a la que los vigueses llegan a través de la intensidad y la presión, y que se pondrá a prueba en el Camp Nou.
Lorena García Calvo / La Voz de Galicia
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