El Día Después, que suele dedicar al Celta una pieza cada que vez que actúa como local, tenía para esta semana algo especial, ya preparado de antemano, con la pedida de mano de un celtista a su novia, con Mariachis incluidos. El aficionado celtista, mexicano de nacimiento, se declaró a su amada ante la algarabía de los aficionados presentes en la grada de marcador. Y en plena euforia de amor, llegó el gol de Larrivey. ¿Se puede pedir más?.
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