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Foto: Jorge Landín |
En aquella época de la niñez en la capital argentina, que duró casi cinco años, estuvo en la cantera del Racing y coincidió dos temporadas con Gustavo Cabral, ahora compañero en el vestuario celeste. Pero aquella experiencia inicial no lo satisfizo y volvió a San Miguel con la idea, incluso, de dejar el fútbol. "Fueron tantos años y uno no veía el fruto. Uno, siendo joven, es acelerado y lo quiere todo ya. Cuando uno ve que no pasa, se bajonea, cree que no vale para eso y necesita tomar otro rumbo porque parado no se puede quedar. Pasé ese momento, pero con la ayuda de mis padres seguí adelante. Me convencieron de volver", relata. Quizás ese otro camino que trató de hallar le tiraría por el trabajo de su padre: "Siempre ayudaba a mi viejo como albañil. Algo de experiencia en eso tengo. Lo llevo en la sangre".
Pero en la corriente sanguínea pudo más, finalmente, el fútbol. Y Pablo hizo carrera no sin esfuerzo. Saliendo del Atlético Tucumán, con el que ascendió a Segunda, para irse forjando en Uruguay en el Raging y el Defensor, antes de una breve experiencia americana en el año 2010 en el DC United de Washington. Fueron peajes previos antes de sus tres años en Argentinos Juniors que le abrieron las puertas para ser traspasado al O'Higgins chileno el pasado verano, donde ya coincidió con Eduardo Berizzo, actual entrenador celeste.
"Fueron situaciones lindas, donde coincidí con gente muy buena que sólo te da el fútbol. Pasé tres años en Argentina y después ya llegué con otra mentalidad a O’Higgins, donde con Eduardo y con su ayuda me hice un jugador un poco más completo, lo que me hizo estar en donde estoy", narra el 'Tucu', feliz del lugar al que le ha llevado su largo camino.
Pedro Pablo Hernández afronta la primera jornada de Liga en la que realmente tiene opciones de ser titular. El chileno-argentino se perdió la primera por culpa de la lesión que lo mantuvo aparte toda la pretemporada y a la segunda llegó con el alta todavía en la mano, lo que no impidió que entrase en la convocatoria y debutase con el Celta en partido oficial en la segunda mitad ante el Córdoba.
Con dos semanas de trabajo que le han ayudado a ir cogiendo el punto físico, el 'Tucu' asegura que no se ve en el once por filosofía. "Nunca me he tirado abajo –subestimado–, pero siempre he pensado en que soy suplente porque eso me ayuda a fortalecerme. No me considero titular, siempre me considero suplente y cuando me toque estar daré lo mejor. Y si no me toca, a ayudar", explica.
Además, es respetuoso con la labor que están realizando sus compañeros, concretamente Álex López y Michael Krohn-Dehli como volantes. "Son grandes jugadores. La competencia es sana y el que mejor esté jugará. Por ahora lo están haciendo ellos y lo están haciendo bien. Y si me toca entrar, trataré de hacer mi juego para ayudar al equipo", reseña.
Al menos, el parón liguero a él le sirvió "para, por lo menos, estar a la altura de mis compañeros. Ellos hicieron una gran pretemporada que yo no pude hacer. Trabajé aparte siempre pensando en que es importantísimo el estado físico. Gracias a dios, esta semana me pude poner a punto". Y enfrente aparece la Real Sociedad, un bloque con "buenos jugadores que manejan bien la pelota. Será un partido difícil. Tenemos que hacernos fuertes en casa. Es lo principal".
Santi Alonso / Atlántico Diario
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