Más allá del derby


Foto: Óscar Vázquez
El derbi gallego ha vuelto a la mejor escena posible: La Primera División. Celta y Deportivo comparecerán el próximo martes en Balaídos con muchas ganas de agradar a su afición, reeditando un duelo que, desgraciadamente, no se daba desde hace más de un año, aquel día en el que Iago Aspas perdió la cabeza impactando la suya contra la de Marchena. El posterior descenso del conjunto coruñés provocó un año sabático para el derbi, que ahora regresa en su máximo esplendor. 

Llegan Celta y Deportivo separados por dos puntos en la clasificación, y con un Celta que lleva a cuestas un favoritismo que no es tal en este tipo de encuentros. Decía Bergantiños que ser favorito no gana derbis, y no le falta razón ninguna. De hecho, sucede con mucha frecuencia que es el favorito el que besa la lona, así que conviene no relajarse. Pero de eso ya se encargará Berizzo y su cuerpo técnico. 

No venía aquí para hablar de favoritos y víctima propiciatorias. No es eso. Es evidente que el martes por la noche poco importará todo lo que rodea a ambos equipos, y solo servirá saber quien ha ganado el partido. Este partido, que vale ni más ni menos que tres puntos. Los mismos que valdrá el siguiente, y así sucesivamente. Muchas veces se da demasiada importancia a un partido que no la suele tener. 

En las dos últimas temporadas en las que hemos coincidido con el Deportivo, los resultados en los derbis no fueron buenos, y sin embargo el Celta consiguió su objetivo. En la última, hubo tablas en Balaídos y victoria clara del Deportivo en Riazor. Al final de esa temporada, el Celta siguió en Primera y el Deportivo descendió. En la Temporada 2006-07, el Celta se impuso en los dos partidos, tanto en Vigo como en A Coruña, y acabó descendiendo, mientras el Deportivo continuaba un año más en Primera. 

No es más que un partido. Solo eso, y así hay que tomarlo. El Deportivo puede vencer en Balaídos el próximo martes, porque esto es fútbol y puede suceder cualquier cosa. El guión se puede torcer en cualquier momento, y lo que ahora parece lógico, se puede volver utópico a poco que alguna circunstancia provoque un cambio dramático de la situación. Incluso puede ser, aunque es más difícil, que el Deportivo termine esta Liga por encima del Celta, porque al final tampoco ha hecho un equipo tan malo, tiene un entrenador con experiencia y podría sacarle buen partido a la plantilla que ha compuesto. 

Pero más allá de un partido, o de una temporada, la situación en Vigo y en Coruña poco o nada tiene que ver. En el sur, un equipo sin deuda, con la economía bajo control, mucho trabajo de cantera y la tranquilidad de tener una plantilla propia, sin jugadores cedidos y con contratos largos en su mayoría. Futbolistas con un valor de mercado, jóvenes y con proyección, que conforman un proyecto a medio y largo plazo. En el norte, una deuda difícil de afrontar, con una plantilla formada por jugadores cedidos, y la apuesta por el entrenador que nunca debían haber contratado si querían dar salida a los jóvenes de Abegondo. Situaciones incomparables. 

Ah, y que gane el mejor. 

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