Alfred N'Diaye se está convirtiendo en el culebrón de la pretemporada bética, el auténtico protagonista del mercado de fichajes en el Benito Villamarín. El futbolista, que actualmente es propiedad del Sunderland, ha sonado también para el Celta en los últimos días, aunque las últimas noticias que llegan desde Sevilla hablan de su casi segura llegada a la ciudad hispalense. Los béticos pagarán 1,6 millones de euros al conjunto británico. Con la concursal todavía fresca y recién descendido a Segunda. Toma ya.
Pues bien, no sabemos qué hubo de cierto en el interés del Celta en sus servicios, pero según Estadio Deportivo, el representante del futbolista, a la sazón su hermano, utilizó al Celta como ultimátum para que el Betis apostase definitivamente por el jugador. Según el diario andaluz de deportes, Bakari N'Diaye, amenazó en el día de ayer con irse a Vigo para cerrar su ase al Celta, hecho que finalmente no se produjo como es sabido. Los verdiblancos se enfrentaban a "un equipo de Primera" y otros conjuntos europeos, que supuestamente estaban interesados por el jugador, en palabras de su representante.
El Betis intentaba en ese momento reunir la cantidad suficiente -y los arrestos- para la contratación del jugador. Además de 1,6 millones de euros, hay una cantidad extra que tendrán que abonar los béticos "cuando se consume el ascenso, sostiene Estadio Deportivo. Desconocemos, como decíamos antes, qué hubo de cierto en el supuesto interés del Celta en N'Diaye, pero sería curioso que el conjunto vigués fuese derrotado en la puja económica por un club de Segunda División. Sería recomendable que los directivos del Sunderland realizasen una llamada telefónica a los directivos del Elche y que estos les cuenten la historia de Jorge Molina.
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