Los nuevos corren para integrarse


Foto: Jorge Landín 
Pablo Hernández, Joaquín Larrivey, Sergi Gómez y Carles Planas son, hasta la fecha, los cuatro refuerzos que ha realizado el Celta en el presente mercado veraniego y todos ellos –salvo Planas, que llegó unos días después– han podido comenzar la pretemporada con el resto de sus compañeros al haberse concretado sus operaciones antes del pasado día 3 de julio, punto de partida del nuevo proyecto. Por lo tanto, acaban de cumplir cinco semanas como miembros de la plantilla viguesa y, en ese tiempo, han empezado a dejar muestras de sus características tanto dentro como fuera del campo. Aunque en el global la valoración propia, al menos la pública, y la ajena es positiva, cada caso tiene sus peculiaridades, que van desde el sorprendente acoplamiento de Larrivey a la incógnita que genera la lesión de Pablo Hernández.

Joaquín Larrivey
Se sabía de su experiencia, pues llega al Celta ya con 29 años, y de su capacidad de adaptación, tras militar en equipos de cuatro países diferentes a lo largo de su carrera. Pero incluso así, llama la atención su facilidad para amoldarse al vestuario celeste desde el primer día. Cordial y abierto en el trato con todos sus compañeros, incluidos los canteranos, el delantero no sólo aporta esa bonhomía, sino que también sobre el campo se le ha visto integrado enseguida. Sus cuatro goles, a pesar de ser un dato en cierto modo anecdótico a estas alturas de la preparación, sí dan cuenta de la sencillez con las que sus compañeros están descubriendo su capacidad para el desmarque, una movilidad necesaria dentro del sistema de Berizzo.

Carles Planas
Otro que ha encontrado su sitio rápido. En lo futbolístico, aprovechando también los problemas físicos iniciales de Hugo Mallo; y en lo personal, formando parte del grupo de ex barcelonistas que formaban en A Madroa Andreu Fontás y Manuel Agudo 'Nolito'. Planas ha sido muy utilizado por Berizzo como lateral zurdo y en el campo se le ha visto una gran aportación ofensiva, llegando con asiduidad al área rival. Además, su grado de acoplamiento con Nolito por esa banda izquierda es un punto a explotar en los sistemas ofensivos célticos.

Sergi Gómez
En cuanto a la dinámica de grupo, el joven central es uno más dentro de ese cuarteto de ex culés que hacen buena parte de la vida en común. Sin que ello signifique una separación con el resto del vestuario. En cuanto a fútbol, su papel es más complicado que el de su compañero Planas porque él sí que ha tenido una competencia mucho más definida, ya que ninguno de los otros centrales ha pasado por problemas físicos. Así, hoy por hoy, el ex barcelonista parece por detrás de la asentada pareja de centrales que conforman Gustavo Cabral y Andreu Fontás, pero sí da la impresión de que tiene ganado el papel de primer recambio por delante del canterano celeste David Costas. Su rápida adaptación a la Primera División será fundamental.

Pablo Hernández
Era un gran desconocido a este lado del Atlántico para el común de los mortales cuando Berizzo insistió en su fichaje y, tras cinco semanas en Vigo, lo sigue siendo. La culpable es la lesión muscular que se le reprodujo y que apenas le dejó trabajar con algo de normalidad los primeros días de pretemporada. Desde entonces, sigue un plan de recuperación y se espera que en cuestión de unos días pueda reincorporarse al grupo y darse a conocer a la afición, aunque su participación en los dos encuentros que restan de pretemporada se antoja difícil. En lo personal, su carácter reservado no le hace destacarse, pero apunta a formar un clan argentino interesante con Cabral, Larrivey y el recién regresado Augusto.

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