Los aficionados que ayer acudieron a Balaídos pudieron ver en primera persona el aspecto de los graderíos de Balaídos, que este verano sufrieron un lavado de cara que afectó a las butacas del Estadio. El club sustituyó todos los asientos de la grada de Tribuna por unos nuevos, y recicló los del resto de las gradas, que fueron desmontados, limpiados y pintados de color celeste, en lugar del azul y blanco que presidía el estadio hasta la fecha.
La imagen del Estadio es más moderna y bonita, con un color más adecuado al equipo que representa. Además se pueden leer desde las gradas tres mensajes en los que el Celta ha hecho hincapié en estos últimos años: El trisquel, presente en la grada de Gol, La fecha de creación del club, 1923, presente en la grada de Marcador, y por supuesto el nombre del Club RC CELTA, que luce en la grada de Río Bajo.
El aspecto del estadio, con los nuevos asientos, unido a las mejoras ya realizadas por el club en los dos últimos años, es mucho más moderno, y borra la sensación de abandono que tenían las gastadas y dañadas butacas. También se han sustituido las mallas de las porterías, que en las tres últimas temporadas eran de color celeste, y ahora son de color blanco, más visible para el espectador, aunque más de uno echará en falta las antiguas.
Son pequeñas reformas, parches estéticos, que sirven para mejorar la imagen del estadio. Todo ello a la espera del definitivo arranque de las obras de remodelación del estadio. Esas que afectarán tanto a lo visible como a lo invisible, tal vez mucho más importante que lo que nos entra por los ojos. En todo caso, y a la espera de la tan ansiada reforma, podemos disfrutar de un estadio lavado, peinado y bien presentado, aunque su interior siga un poco descuidado.
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