La historia de los 13 serbios que jugaron en el Celta antes de Radoja


El mercado balcánico ha sido un frecuente caladero en donde el Celta ha pescado a lo largo de la historia, especialmente en los últimos treinta años, cuando se hizo más habitual la llegada de futbolista extranjeros en todos los equipos de la Liga. Desde la antigua Yugoslavia llegaron un buen puñado de futbolistas, repartidos cada uno en las actuales nacionalidades que componen la antiguo república. 

El Celta ha recuperado este verano una tradición no muy extendido en los dos últimos lustros. Los últimos futbolistas balcánicos que llegaron a Vigo no lo hicieron desde su país de origen, véase el caso Pranjic. Para encontrar el último serbio llegado desde su país  tenemos que retroceder hasta Sasa Ilic, que llegó en 2004 desde el Partizán de Belgrado. 

Diez años después, el Celta contrata a Nemanja Radoja, otro futbolista serbio que procede de aquella Liga. Serbia es el cuarto país que más jugadores ha dado al Celta, solo superado por Brasil, Argentina, y por supuesto España. Radoja es el decimocuarto jugador serbio que milita en el Celta. Hoy recordaremos a los trece anteriores. 


El primer serbio del Celta llegó a Vigo en 1979 procedente del OFK de Belgrado. Jugó con el Celta durante dos complicadas temporadas. La primera supuso el descenso a Segunda B, única temporada en la que el Celta jugó en esta categoría. Al año siguiente se sacaría la espina colaborando en el ascenso a Segunda. Anotó 13 goles en 51 partidos, y tras el segundo año en Vigo el club le dio la carta de libertad. Ficharía por el Cádiz. 


Al igual que Radoja, procedía de la Vojvodina cuando llegó a Vigo en 1987. En Balaídos estuvo cuatro temporadas, disputando 89 partidos y anotando 14 goles. Aunque sus cifras no son espectaculares, dejó un buen recuerdo, e incluso llegó a trabajar en la secretaría técnica del club tras su primera retirada por problemas físicos. Se recuperó y llegó a jugar en el Compostela, club en el que se inició como entrenador. Actualmente entrena a la Vojvodina, el club de toda su vida, al que ya entrenó en otras dos etapas anteriores. 


Muchos se habrán olvidado de él más de veinte años después de vestir la camiseta del Celta. Puhalak llegó a Vigo recomendado por Luka, que había sido preparado físico en el Celta con Pavic, pero terminó decepcionando. Se esperaba más de este mediapunta, que anotó 1 gol en los 9 partidos que disputó, y abandonó Vigo a mediados de temporada. 


Uno de los jugadores más recordados por el celtismo que vivió su estancia en el Celta. Milorad Ratkovic llegó a Vigo en 1992 y se marchó seis después, tras disputar 134 partidos en Liga, en los que anotó 15 goles. Llegó a Vigo con 27 años, procedente del Estrella Roja, y se retiró en el Sevilla, un año después de irse de Vigo.  Posteriormente ha trabajado en el Celta, fundamentalmente en las categorías inferiores del club. Habitual del Celta de Liga Indoor. 


Este delantero llegó al Celta procedente del Olympique de Lyon. Anotó 2 goles en 14 partidos, cifras pésimas para un atacante, pero a la historia pasarán los dos goles que marcó con el Celta. Bursac se convirtió en un mito para la afición céltica en un partido que el Celta disputó ante la Real Sociedad en Pasarón a causa de la sanción producida tras un encuentro en Balaídos ante el Sevilla de Maradona y Bilardo. Bursac marcó aquel día dos goles en el embarrado terreno de la ciudad deportivamente enemiga. A pesar de ello, se fue aquel mismo año. 


Al igual que en el caso de Zoran Maric y Radoja, Bajcetic llegó a Vigo procedente de la Vojvodina. El Celta pagó 90 millones de pesetas por una promesa balcánica, pero tampoco contó con la confianza de Carlos Aimar, ni llegó a adaptarse al fútbol español. Disputó 28 partidos y marcó 3 goles desde la posición de mediocentro en las tres temporadas que militó en el Celta, en medio de las cuales tuvo una cesión al Estrella Roja. Se retiró en la liga china, y actualmente es el segundo de Jorge Otero en el Rápido de Bouzas, además de un habitual del Celta de Liga Indoor. 


A diferencia de otros compatriotas, Milojevic era un futbolista sobradamente conocido en España cuando fichó por el Celta en 2005, ya que había militado en el Mérida y en el Mallorca, donde se había ganado fama de goleador. Sus registros en Vigo no fueron espectaculares (6 goles en 25 partidos) y solo militaría una temporada. Ha entrenado a diversos equipos modestos en España, así como en Serbia. 


Uno de los mejores centrales en la historia reciente del Celta llegó a Vigo en 1997 procedente del Pristina. Goran Djorovic militó en el Celta entre 1997 y 2001, llegando a disputar un centenar de partidos, en los que anotó 5 goles. Su trayectoria en Vigo coincidió con los mejores años del equipo celeste en su historia, pero su salida al eterno rival ensombrenció notablemente su recuerdo. Las lesiones le impidieron triunfar en Coruña. Se retiró en el Elche. 


El peor futbolista serbio que ha jugado en el Celta, y probablemente uno de los peores en los casi noventa y un años de historia del club celeste. Llegó a Vigo por ser hermano de Goran Djorovic, que exigía que su hermano también fichase por el Celta. Fue cedido al Ourense, donde tampoco llegó a debutar en partido oficial. Acabó jugando la liga de veteranos de Vigo en el equipo del Don Balón, junto a ilustres veteranos como Villanueva, Gudelj, Covelo, Vicente Álvarez o Atilano, entre otros.


Otro jugador que no llegó a debutar en partido oficial. Fichado por el Celta en 1998 procedente del Paris Saint Germain, como una opción de futuro, sería descartado por Víctor Fernández debido a la  enorme competencia en la delantera, donde el Celta contaba con Turdó, Kaviedes y Benni Mccarty. El Celta lo cedería, primero al Lausanne y posteriormente al Sturm Graz, y se iría libre fichando por el Oblic Belgrado. Posteriormente encontraría su mejor fútbol en el Hertha de Berlín, el Ajax de Amsterdam y el Olympiakos, donde se retiró el verano pasado. 


Nacido en Bosnia, aunque internacional por Serbia. Futbolista de enorme clase que tuvo la desgracia de llegar a Vigo en una temporada complicada. El Celta debutaba en Champions, por lo que decidió reforzarse con este contrastado delantero, que había triunfado en el Zaragoza, pero acabó descendiendo a Segunda División. No sería por su culpa, ya que Milosevic cumplió, anotando 17 goles en 51 partidos oficiales aquella temporada. 14 de ellos en Liga. Posteriormente aún jugaría unos cuantos años en Osasuna. 


Se trata del último jugador serbio fichado de su liga. Llegó a Vigo en el invierno de 2003 procedente del Partizán de Belgrado, a donde regresaría tras disputar 13 partidos en los que anotó un gol. Pese a todo, su rendimiento en Vigo, en una temporada complicadísima, fue más que aceptable, dejando un buen sabor de boca. Se recuerdan sus partidos en el Bernabéu, por ejemplo, donde rayó a gran nivel. El descenso del equipo hizo que regresase a su país. 


El último serbio que jugó en el Celta antes de Radoja no es un extranjero al uso. Aunque nacido en Novi Sad, el pequeño Goran se trasladó a Vigo siendo apenas un niño cuando su padre firmó por el Celta. Contaba con tres años de edad. Llegó a las categorías inferiores del Celta con 16 años, y llegó a marcar casi una cincuentena de goles con el filial. Disputó un encuentro con el primer equipo del Celta, ante el Castellón, con el que no pudo marcar. Después continuó su carrera lejos de Vigo y actualmente juega en Kazajistán. 

0 comentarios:

Publicar un comentario