El calvario de Pablo Hernández


Foto: Jorge Landín
Las previsiones iniciales del cuerpo médico no se han podido cumplir y Pablo Hernández, el jugador que reclamó Eduardo Berizzo nada más fichar por el Real Club Celta, no estará en la primera convocatoria oficial de la temporada. Ya han transcurrido 40 días desde que el internacional chileno sufriera una rotura de fibras grado II en el recto anterior del muslo izquierdo. Desde aquella sesión del 12 de julio, el mediapunta no ha vuelto a entrenarse con el resto del plantel y sigue ejercitándose en solitario.

El calvario de Hernández comenzó el 7 de mayo. Su buena temporada con O’Higgins le había llevado a ser incluido en la lista de candidatos para jugar con Chile el pasado Mundial de Brasil. Su sueño se truncó al sufrir esa primera lesión muscular de la que nunca se llegó a recuperar por completo y de la que recayó a los pocos días de aterrizar en Vigo para iniciar su ilusionante aventura española.

Hasta principios de la semana pasada, el de Tucumán albergaba esperanzas de poder llegar a tiempo para el partido del próximo domingo contra el Getafe. Sin embargo, una ecografía de control descubrió que la cicatrización en la zona dañada no era completa. El temor a un nuevo retroceso en su larga recuperación provocó que trabajara con sumo cuidado y evitando riesgos innecesarios.

De esta forma, lo más normal es que Pablo Hernández continúe fuera del equipo durante las dos primeras jornadas del campeonato y que ya esté listo para el sábado 13 de septiembre que será cuando la Real Sociedad visite al Celta.

Por otro lado, el entrenamiento matinal de ayer sirvió para certificar la total recuperación de Álex López, a quién los doctores ya le han dado el alta. Así, el ferrolano podrá jugar el domingo ante el Getafe formando parte de una línea medular en dónde ejercerá de acompañante de Krohn-Dehli y del elegido por Berizzo para jugar como mediocentro: Borja Fernández o Nemanja Radoja.

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