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| Foto: Getty Images |
Alfred N'Diaye es uno de los futbolistas que ha sonado para el mediocentro del Celta en las últimas fechas. Sin embarga, su llegada a Vigo parece más lejana. El futbolista senegalés, aunque de origen francés, tiene dos frentes abiertos: Por un lado, intenta convencer a Poyet para continuar en el Sunderland, aunque solo lo hará si tiene un rol protagonista, algo que parece improbable. La segunda de las opciones es el Betis, club en el que militó la pasada temporada, y con el que tendría un principio de acuerdo, según anuncia hoy el Diario de Sevilla.
El acuerdo con el club verdiblanco es un paso muy importante en la lucha de los béticos por hacerse con sus servicios, ya que el jugador se había cerrado en banda ante la posibilidad de tener que jugar en Segunda División. Por ello comenzaron a sonar otros equipos de la máxima categoría, entre ellos el Celta, que le ofrecía la posibilidad de continuar en Primera. Sin embargo, la insistencia de los béticos parece que empieza a dar sus frutos.
El Sunderland no pondrá excesivos problemas para su salida, que se puede cerrar en un millón de euros, pero no será fácil acercarse a lo que está cobrando actualmente en su club. La gran incógnita es saber como el Betis puede permitirse esos salarios en Segunda División. El Betis ha salido de un proceso concursal recientemente. Su último ascenso se fraguó con fichajes que no pagó y que terminaron siendo masa concursal.
Jorge Molina es un buen ejemplo. Lo fichó del Elche a cambio de tres millones de euros, pero los ilicitanos nunca vieron un euro, conformándose finalmente con la parte que les tocaba por ser acreedores. Una vez en Primera, sus gastos en personal superaban los ingresos del club. Una insensatez que no evitó su desplome a Segunda División. El Celta sigue compitiendo con equipos que viven por encima de sus posibilidades y que adulteran la competición, engordando los salarios (y las expectativas) de los futbolistas y los clubes.
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