Los otros esforzados de la dura pretemporada en Marbella


No aparecen en foco, pero también sudaron la gota gorda durante el stage de pretemporada en el Marbella Football Center. Son el cuerpo de auxiliares del Celta, formado por fisioterapeutas, masajista, recuperador, utillero, servicios médicos y la inconfundible sonrisa del delegado Vlado Gudelj. Ellos se levantaron todos los días antes de las siete de la mañana (el toque de corneta impuesto por Eduardo Berizzo) y fueron los últimos en acostarse. Su jornada laboral terminaba en torno a las doce de la noche.

En días agotadores, la palma se la llevaron los fisios. «Estamos con mucha carga de trabajo, muchas horas de tratamiento, muchas horas de aliviar las piernas pesadas con la carga de trabajo habitual y currando en triple turno», comenta Ernesto Vieito, que lleva 13 pretemporadas encima y que luce galones de jefe de fisioterapia en el club.

El triple turno, del que nadie se salva, significa comenzar a trabajar en un primer despacho de ocho a nueve, para reenganchar a la conclusión del entreno matinal (de once y media hasta la una), seguir de seis a siete y acabar tras la cena, desde las diez hasta las doce. De sol a sol, literalmente. «Para nosotros, igual que los jugadores, es la etapa con más tiempo de curro», dice Vieito, que no considera que esta pretemporada esté siendo más dura que las demás. Además, trata de arrimar el hombro en otras labores, por ejemplo, ayudando a montar los diferentes escenarios de entrenamiento: «En pretemporada tenemos que sumar todos, estar más unidos y remar todos».

Con tanto trabajo, apenas queda tiempo libre para el asueto. «En alguna tarde libre acotamos el horario de tratamiento a una franja determinada para tener un poco de tiempo y el resto de los días disponemos de dos horas que dedicamos a descansar».

Tampoco le deja mucho tiempo para aburrirse. «No es monótono, estás acostumbrado, es mi 13ª pretemporada y ya estás un poco habituado, al final pasa rápido porque no tienes mucho tiempo y eso te ayuda». Aun así, está deseado volver a casa. «Mi hija pequeña me llama todos los días para preguntarme cuándo vuelvo», comenta entre risas. El fin de semana estará en casa.

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