El Celta suda la gota gorda


Foto: Jorge Landín
Dos horas y media de trabajo sin descanso. Ese es el menú que Eduardo Berizzo y el Profe Fernández han diseñado para poner a punto al Celta en esta vuelta al curso. Físico, físico, y más físico para afinar a un equipo que aspira a llegar al cien por cien al inicio de la Liga, y a tener las reservas de gasolina llenas para toda la temporada.

El gimnasio y dos de los campos de A Madroa -el sintético y el natural- están siendo escenario de la puesta a punto celeste. Ayer una ración de unos 40 minutos de gimnasio fue la encargada de espabilar a los futbolistas nada más llegar a las instalaciones deportivas. Bajo la atenta supervisión de un Profe Fernández que no dejó de arengar y exigir a sus discípulos, los futbolistas hicieron ejercicios que incluían desde arrastres con contrapesos a trabajo de coordinación y velocidad. Así, otra media hora, con los célticos a pleno rendimiento bajo un sol que comenzaba a caer a plomo.

«Son entrenadores a los que les gusta mucho el físico, nos están haciendo trabajar y eso viene muy bien para el equipo, para empezar la Liga como motos», razona Jonny Castro. El canterano está viviendo su primera pretemporada completa con el Celta y el trabajo físico no le asusta, al contrario.

Varios eslalon a través de los postes de driblings fueron el primer plato sobre el tapiz de hierba artificial con la destreza y la agilidad bajo lupa, y como antesala a la entrada en juego del balón. Pases entre los postes sirvieron para que los futbolistas comenzaran a disfrutar del esférico, aunque sin rebajar la exigencia.

Defensa y ataque

Tras la parte más física de la sesión, el balón comenzó a cobrar protagonismo en el entreno de ayer. Primero acciones con combinaciones y con la portería como objetivo, y luego con el equipo distribuido en tres grupos, con un meta en cada uno. Bajo la atenta supervisión del cuerpo técnico, los jugadores ejecutaron ejercicios de defensa-ataque marcados por la intensidad que ponían en cada acción. «Nos quieren juntar física con balón, y eso nos viene bien para nosotros», reconoce Jonny.

Carreras sobre diferentes distancias y una prolongada sesión de estiramientos fueron el último plato para los jugadores de campo, mientras que los porteros, a las órdenes de Kisluk, vivieron un final de sesión más plácido, y hasta divertido. Berizzo, Onaindía y Marcucci se encargaron de poner a prueba a los tres metas con lanzamientos a puerta. Un final relajado para una jornada en la que el sudor fue el protagonista.

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