El Celta comparte muchos puntos de su filosofía con el Barcelona, como la apuesta convencida por la cantera y el gusto por el juego asociativo, y además mantiene una buena relación con el conjunto blaugrana. El resultado de esta ecuación se ha hecho notar desde que Carlos Mouriño asumió la presidencia. Por un lado en la contratación de técnicos –Hristo Stoichkov, Eusebio Sacristán y Luis Enrique son la prueba de ello– y en los últimos tiempos con la llegada de varios futbolistas que pasaron parte de su etapa de formación en el Barça. El año pasado aterrizaron en Vigo Rafinha, Fontás y Nolito y este verano lo hará Sergi Gómez, que a lo largo de los próximos días se convertirá en nuevo jugador del Celta para las tres próximas temporadas, según avanzaron en la noche del viernes desde Cataluña.
El club vigués prima la técnica sobre el físico en su política de fichajes, tanto en las categorías inferiores como en el primer equipo, y de La Masía surgen continuamente futbolistas que destacan sobre todo por su calidad. 'Can Barça' es buen lugar del que nutrirse de jugadores y el Celta da buena fe de ello. La pasada temporada, gracias en buena parte a la presencia de Luis Enrique en el banquillo, incorporó a dos futbolistas procedentes directamente del Barcelona –Rafinha y Fontás– y a un tercero que había coincidido con el técnico asturiano en el filial blaugrana: Manuel Agudo 'Nolito'. El rendimiento de los tres fue más que satisfactorio. Fontás fue el jugador de campo más utilizado por Luis Enrique, Nolito el máximo goleador del equipo y Rafinha demostró ser un futbolista desequilibrante, tanto que en la temporada entrante formará parte del primer equipo azulgrana, de nuevo con el gijonés como entrenador.
La experiencia resultó tan positiva que el Celta ha decidido volver a pescar este verano en Barcelona, gracias entre otras cosas a esa buena relación maximizada tras la marcha de Luis Enrique al banquillo blaugrana. El elegido para reforzar la plantilla que dirigirá Eduardo Berizzo ha sido Sergi Gómez, un central de 22 años que la pasada campaña disputó 36 partidos con el filial del Barcelona en Segunda División.
El zaguero de Arenys de Mar firmará por tres campañas con el Celta tras rescindir su contrato con el Barça y se convertirá en el cuarto ex blaugrana que llega a Vigo en el último año, tras los mencionados Rafinha, Fontás y Nolito.
Con anterioridad, en la etapa de Mouriño el Celta no había tenido la ocasión de incorporar a jugadores procedentes del club catalán, aunque sí a varios formados en La Masía como Roberto Trashorras u Oriol Riera, pero el gusto del actual presidente por esa filosofía de cantera y fútbol de toque llevada a su máxima expresión por el Barcelona en diferentes etapas –sobre todo con Johan Cruyff y Pep Guardiola en el banquillo– se dejó ver en sus apuestas para el banquillo. No en vano, el primer entrenador contratado por Mouriño como presidente fue Hristo Stoichkov, sustituto de Fernando Vázquez en la temporada 2006/2007, quien ya estaba en el cargo cuando el actual máximo accionista del Celta ocupó el cargo de Horacio Gómez.
Posteriormente, en el ejercicio 2009/2010, el club vigués volvió a apostar por un ex blaugrana, Eusebio Sacristán, con pasado en el Barcelona como jugador y como ayudante de Rijkaard y presente como entrenador del filial, donde ha tenido a sus órdenes hasta ahora a Sergi Gómez. Precisamente, el vallisoletano sucedió en el Barcelona B a Luis Enrique, quien la pasada temporada dirigió al Celta y ahora vuelve a la Ciudad Condal para aumentar ese flujo de jugadores y técnicos entre Vigo y Barcelona que, hasta la fecha, ha dado casi siempre buen resultado.
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