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| Foto: marca.com |
Nacido en Arenys de Mar en 1992, Sergi Gómez se ha pasado media vida empapándose de la filosofía futbolística de un Barcelona al que llegó en 2006 procedente del Mataró. En el club culé se formó y fue incorporando a su ADN los trazos futbolísticos, el hambre de victorias y el sabor de los éxitos que caracterizan a los jugadores forjados en la cantera azulgrana.
Su envergadura y su carácter atlético le han permitido convertirse en un futbolista que domina el juego aéreo, ya sea para defender o cuando toca atacar. Atento a la hora de cortar el avance rival e intenso en el uno contra uno, ha sido capaz de conjugar contundencia con mimo al balón. Durante sus años en el Barça, y especialmente en la última temporada, cuando encontró más regularidad, exhibió, además de su valía en el juego aéreo, su capacidad para sacar el esférico, poner pases precisos y serenar el fútbol. Quienes le conocen le tildan de serio, de hombre de equipo y muy disciplinado.
Como un «defensa made in Barça» le definían en Catalunya hace tiempo, cuando hablaban de él como el jugador llamado a sustituir a Puyol, aunque para otros se acerca más a la versión más válida de Piqué. Sea como sea, lo cierto es que Gómez se ha pasado media vida disfrutando de las mieles del éxito y labrándose paso a paso su carrera. Su etapa de formación en La Masía estuvo cuajada de triunfos: ganó la Liga con los dos equipos cadetes y los dos juveniles, y en el 2010 le llegó su primera gran oportunidad. La lesión de Andreu Fontás, con el que se reencontrará en los vestuarios de A Madroa, hizo que Luis Enrique le reclamase para sustituirle en el filial del Barcelona. Sergi cumplió y se ganó la titularidad durante la promoción de ascenso.
Sin embargo, la presencia de cuatro centrales en el Barça B y tener completas las fichas hicieron que el el club volviese a cursarle ficha de juvenil al año siguiente. Eso sí, a nivel de entrenamientos era uno más para Luis Enrique. Lo mismo que para Guardiola en el verano de 2010, cuando decidió incorporarlo a la pretemporada y le hizo debutar ante el Sevilla en la Supercopa.
Su incorporación al filial a todos los efectos fue sin embargo un poco más complicada a nivel de minutos. Alternaba titularidad con banquillo y el año pasado esa falta de continuidad a punto estuvo de hacer que se marchase a la Premier. Sin embargo, decidió renovar hasta 2015 y luchar por un puesto en el equipo. Su apuesta fue exitosa y se convirtió en pieza inamovible en los onces de Eusebio. El central exprimía su mejor versión y a otros equipos no les pasaba desapercibido. De hecho, el Almería había puesto sus ojos en el futuro central del Celta, que se enfrentará al reto de una Primera en la que ha pasado de puntillas y en la que, vestido de celeste, intentará triunfar.
Emprendedor
Sergi Gómez ha formado parte de una generación de canteranos del Barcelona cuajada de calidad y nombre, pero que el primer equipo no es capaz de absorber en su totalidad. Sergi Roberto, Deulofeu, Rafinha o su hermano Thiago han compartido vestuario con un defensa central que complementa su faceta futbolística con la de emprendedor. En 2013 junto a su excompañero en el Barça B Iván Balliú, puso en marcha la firma Gorgeous, una empresa de moda juvenil y de diseño de la que varios de sus compañeros de fatigas han sido imagen. Un proyecto empresarial que deja ver a un Sergi Gómez con los pies en el suelo.
Lorena García Calvo / La Voz de Galicia
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