Pátina de normalidad


Foto: Ricardo Grobas
Aquí paz y después gloria. El Celta se esforzó ayer en dar una pátina de normalidad a la indiscreción de Luis Enrique, "cazado" la víspera negociando con Andoni Zubizarreta su incorporación al club catalán el próximo curso. El club le resta importancia en público, pero en privado confiesa estar molesto con la inoportunidad del aún técnico céltico.

A nadie en Plaza de España ha escandalizado que Luis Enrique negociase su fichaje con el FC Barcelona dos semanas antes de concluir la Liga. A pesar de que el técnico asturiano tiene contrato en vigor con el club vigués hasta junio del próximo año, hace tiempo que el Celta ha asumido la marcha de Luis Enrique como algo inevitable. Bastaba que el Barcelona moviese ficha y lo hizo el pasado lunes.

No ha sorprendido, por tanto, y hasta consideran legítima la aspiración profesional del preparador asturiano de cumplir con el sueño del dirigir al Barcelona, pero ha molestado la inoportunidad del momento y la falta de tacto con el que Luis Enrique ha manejado la situación, pues el Celta esperaba reunirse con él tras el partido del domingo contra el Real Madrid y el técnico tiene el compromiso personal del presidente, Carlos Mouriño, de que no pondría impedimentos a su marcha si el club catalán (o cualquier otro de su gusto) llamase a su puerta.

Más que el hecho en sí, en el club vigués ha molestado tener que almorzarse con la negociación con el Barcelona en el telediario de la tarde y tampoco ha gustado que la noticia se haya filtrado justo en vísperas del enfrentamiento con el Real Madrid.

Los vicepresidentes Ricardo Barros y Pedro Posada se acercaron ayer hasta las instalaciones deportivas de A Madroa, aunque se limitaron a saludar a Luis Enrique después del entrenamiento y apenas cruzaron un par de palabras con el preparador asturiano.

Tras la sesión preparatoria, al ser asaltado por los periodistas, Ricardo Barros negó incluso la evidencia. "Aquí no hay ninguna intranquilidad. Luis Enrique es el entrenador del Celta. Yo no puedo comentar nada de esa reunión de Barcelona. Para nosotros él sigue siendo el entrenador de nuestro equipo y no hay absolutamente nada más", indicó el vicepresidente celeste, que agregó: "Esa reunión no nos ha parecido ni bien ni mal. No hay absolutamente nada que comentar porque Luis Enrique es el entrenador del Celta. No tenemos previsto reunirnos con él, hasta que se termine la Liga no habrá nada". Finalmente sentenció: "El Barcelona no ha hablado con nosotros. El presidente está fuera y todos estamos muy contentos con la temporada del equipo. No hay ningún plan B, nuestro plan A es Luis Enrique porque tiene un año más de contrato".

Mientras, tanto el preparador como la plantilla celeste se entrenaron con entera normalidad -el equipo regresaba al trabajo tras dos jornadas de descanso- ajenos a todo, como si nada hubiera sucedido. Así lo confirmó el capitán céltico, Borja Oubiña. "No nos ha dicho nada, ha sido un día como otro cualquiera", declaró.

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