La parada de otro planeta, como Luis Enrique calificó la intervención de Sergio Álvarez a los remates a bocajarro de Oriol Riera y De las Cuevas, no es casualidad, se trabaja y el resultado es una suma de agilidad, estímulos y velocidad de reacción.
«Tendemos a decir qué reflejos tiene ese portero, y reflejo es la acción posterior a la primera parada, el estimulo es lo que anticipa el poder parar ese tipo de acción y hay algunas tareas que las hacíamos en el club, que era trabajar los estímulos, entonces el espacio de velocidad de reacción lo acortábamos», comenta Emilio López, exmeta y preparador de porteros del Celta, cargo que en la actualidad desempeña en el Getafe.
Porque la doble intervención del portero de Catoira se dio en una fracción de segundo, ya que tras rechazar el remate de cabeza de Oriol, ya tenía encima el disparo a medio metro de De las Cuevas, que estaba en el área pequeña. «Es una parada inmensa de reflejos, agilidad y colocación. Un paradón», apunta Fermín Hortas, otro ex de la portería celeste. «Son situaciones trabajadas en donde la agilidad, los estímulos y la velocidad de reacción son primordiales y esas cualidades las tiene Sergio», opina Emilio.
El comportamiento global
Los dos destacan además, que se semejante intervención y su comportamiento global durante del partido no son propios de un guardameta que lleva toda la temporada en el banquillo (solo había jugado en Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao el partido de ida). «Tiene un mérito muy grande porque cuando estás sin jugar durante todo el año siempre sales más tensionado», apunta Hortas.
Emilio sabe el secreto, el día a día del de Catoira: «Es un profesional como la copa de un pino. Un chico que se concentra, que entrena cada día como si estuviera jugando, que está preparado en todo momento para una situación límite». Además, el vigués también destaca «el buen juego de pies que tiene, su buen golpeo y la tranquilidad de un portero maduro», un aspecto al que también hace alusión Hortas: «Es muy tranquilo, muy sereno, se sitúa bien y siempre está bien colocado».
Al margen de la jugada que acaparó el foco, Sergio tuvo mucho trabajo en Pamplona y todo lo sacó adelante con eficiencia. El canterano realizó siete paradas a lo largo del partido (la mitad de ellas a Oriol Riera) y entró en contacto con el balón en 61 ocasiones. Su nota por estadística fue de nueve.
Reivindicarse
El partido de El Sadar fue la demostración de que Sergio tiene sitio en el próximo proyecto celeste. Porque aunque el canterano tiene contrato en vigor hasta junio del 2015, el Celta puede hacer uso de una cláusula de rescisión unilateral el 30 de junio. Desde Getafe, Emilio envía un aviso: «El Celta tiene dos porteros de primer nivel para Primera y además son dos canteranos y yo diría que el Celta debe tener mucho cuidado porque sino en algún momento se los van a llevar». Hortas fue igual de directo: «Sergio demostró con creces que se merece estar en el Celta».
Los halagos y los números del partido ante Osasuna se ven acompañados por los números globales que Álvarez Conde ha cosechado en su periplo con el primer equipo del Celta. El catoirense lleva 32 partidos oficiales, con 21 victorias. Curiosamente en casa no conoce la derrota con 17 triunfos y dos empates en 19 entregas. Si el próximo domingo juega contra el Real Madrid pondrá a prueba su carácter de invicto en casa. Será su segunda reválida camino de un tercer curso de Primera.
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