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JORGE SANTOMÉ |
El notable inicio de año que el Celta ha realizado le
permite gozar esta noche de una oportunidad de oro para dejar el objetivo de la
permanencia casi visto para sentencia. Con una diferencia de 8 puntos sobre la
zona roja, vencer en el Martínez Valero supondría poco menos que situar pie y
medio en la Primera División la próxima temporada. En una liga con visos de
permitir una permanencia tan o incluso más barata que la de la temporada
anterior -37 puntos-, alcanzar los 33 en pleno Carnaval significaría encauzar
muy mucho un objetivo que en los albores de 2014 semejaba todavía lejano.
Para visitar la
ciudad alicantina, Luis Enrique conoce de antemano las bajas seguras de Mario
Bermejo, por lesión, y Álex López y Nolito por sanción. Asimismo, lleva toda la
semana pendiente del estado físico de Charles, quien terminó mermado el
encuentro ante el Getafe y ha seguido un plan de recuperación específico para
poder llegar al sábado.
La presencia o no
de Oubiña es la principal incógnita. Visto el pobre rendimiento del capitán en
las últimas semanas, no sería de extrañar que Luis Enrique apostase por Andreu
Fontás en el pivote, lo que llevaría al vasco Aurtenetxe a la posición de
central izquierdo. Hugo Mallo, Cabral y Jonny completarían la defensa con el
indiscutible Yoel bajo palos. Por delante, Augusto Fernández y Krohn-Dehli
ocuparán los vértices superiores del trivote, mientras que Rafinha, Orellana y
Charles formarán el tridente de ataque.
En la ciudad
ilicitana, el encuentro cobra incluso más trascendencia. Los de Fran Escribá,
cuatro puntos por debajo de los celestes, gozan todavía de un colchón
suficiente, aunque menor que el de los de Luis Enrique. Ganar al Celta en su
estadio, además de los 3 puntos y el triunfo en el goal-average particular (0-1
en la ida), dispararía a los franjiverdes en la clasificación y dotaría de
mayor tranquilidad a un proyecto deportivo concienciado con mantener la
categoría tras un cuarto de siglo en Segunda División.
Escribá contará con
la baja segura de Toño, lesionado hace dos semanas ante Osasuna, y la probable
ausencia del ex-céltico Aarón Ñíguez, duda hasta última hora. Por el contrario,
recupera a Damián Suárez y a Carlos “La Roca” Sánchez. Así pues, Manu Herrera
estará en portería con una defensa de cuatro formada por el propio Damián
Suárez, Botía, Lombán y Albacar. Rubén Pérez y Javi Márquez actuarán en el
doble pivote con Fidel, Coro y Manu del Moral en la línea de tres mediapuntas.
Arriba, como referencia ofensiva, la revelación ilicitana del año: el canterano
Cristian Herrera.
Velasco Carballo,
del colegio madrileño, será el encargado de impartir justicia en un duelo
celebrado en plenos carnavales que puede servir al Celta para ponerse el
disfraz de la permanencia. Tras semanas de dudas y más dudas, quién iba a decir
que a inicios de marzo el equipo podría superar los 30 puntos y mantener una
distancia tan considerable con los puestos de descenso. Para ello, será
necesario doblegar a un Elche que ya provocó un disgusto celeste en Balaídos y
que busca pegar ese salto que lo transporte desde la tibia incertidumbre a la
relativa tranquilidad que hoy día disfrutan los hombres de Luis Enrique.
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