El gran reto del Celta en el partido de mañana en el Camp Nou será frenar a Leo Messi, que a estas alturas se ha ganado ya el derecho a ser considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Pero antes de deslumbrar al mundo entero, de marcar cientos de tantos y coleccionar títulos con el Barcelona, de convertir en rutina goles antológicos y quiebros imposibles, el astro argentino fue compañero de uno de los defensas del Celta que ahora tratarán de frenarle. Fue en el año 2005, en Holanda, cuando Messi conquistó el Mundial sub-20 con una selección de Argentina de la que también formaba parte el ahora central celeste Gustavo Cabral.
Messi llegó a aquel campeonato, durante el cual alcanzó la mayoría de edad, después de haberse estrenado con el primer equipo del Barça, con el que jugó 9 partidos y marcó un gol en el curso 2004/2005. Pero los que lo conocían ya eran conscientes de sus posibilidades. "Se le veían condiciones. Era cuando recién estaba apareciendo en el Barcelona. Ya le veíamos como compañero que tenía muchas cosas para darle al fútbol. Se veía un jugador con mucha calidad y lo ha demostrado. Después de ese Mundial el Barcelona empezó a darle continuidad y hasta el día de hoy sigue demostrando cosas. No es que se quede estancado en un nivel. Él sigue superándose día a día y lo sigue demostrando", reconocía Cabral antes de enfrentarse al Barcelona la temporada pasada.
El céltico, dos años mayor que Messi y que entonces militaba en el Racing de Avellaneda, jugó todos los partidos de aquel Mundial a excepción de la final contra Nigeria, que Argentina ganó 2-1 y Cabral se perdió por sanción. Messi fue el máximo goleador y el mejor jugador de un campeonato que la albiceleste comenzó perdiendo con Estados Unidos (0-1) para después batir a Egipto (2-0) y Alemania (1-0) todavía en la fase de grupos. En octavos se deshizo por 2-1 de la Colombia de Radamel Falcao y en cuartos se vio las caras con España.
En la sub-20 dirigida por Iñaki Saez jugaban futbolistas de la talla del ex céltico David Silva, Cesc Fábregas o Fernando Llorente, segundo máximo realizador del torneo por detrás de Messi. El combinado sudamericano ganó 3-1 y avanzó a semifinales, donde se deshizo de Brasil (1-2) para batir después a una Nigeria liderada por Obi Mikel y Taiwo, balón de plata y de bronce del Mundial.
Casi nueve años después, Messi es una figura reconocida y Cabral cumple su tercera temporada en el fútbol español, donde pelea con el Celta por objetivos más modestos que los del Barcelona. Pese a todo, afronta el choque de mañana con ambición: "Vamos con la intención de ganar, a por todas. Trataremos de mostrar nuestras mejores armas y hacer un buen partido en un campo muy difícil contra un rival muy complicado, pero que viene de hacer un gran desgaste en el clásico". Y, para ganar, será importante frenar a Messi: "Leo es muy bueno. En el uno contra uno es muy difícil marcarlo, así que necesitaremos la ayuda de todos los compañeros, que nos ayuden constantemente"
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