Un sueño con fecha de caducidad


Foto: LFP
Ver a Rafinha vestido de celeste es un sueño con fecha de caducidad. El Celta quiere conservar su magia por una temporada más, pero el hijo menor de Mazinho crece a pasos agigantados y sería ilógico que el próximo verano no pase a engrosar las filas del Barcelona o, quién sabe, otro grande de Europa.

Roberto Lago se pegó durante muchos minutos a Rafinha para controlar sus ataques de genio, pero el brasileño abarca tanto campo que convierte el marcaje al hombre en un imposible. Provocó casi tantas faltas del Getafe como fútbol creó en el Celta. El ataque celeste sube una marcha cuando él recibe el balón y, además, Rafinha no negocia el esfuerzo. Pero es, sobre todo, determinante en ataque. Ayer rescató un punto para el Celta con una arrancada prodigiosa en la que fue dejando atrás a defensores del Getafe hasta batir a Moyá con un zurdazo sublime. 

Borja Barreira / Atlántico Diario

0 comments:

Publicar un comentario