Sigue sin ser identificado el energúmeno de Villarreal


Foto: Manuel Queimadelos
Nueva jornada de investigación en torno al bochornoso episodio vivido en El Madrigal el pasado domingo. El lanzamiento de un bote de humo lacrimógeno desde las gradas sigue en las manos de la Policía Nacional y el final parece cercano. "Hay una línea de investigación abierta sobre quién lo pudo hacer, pero hasta que no esté concluida no se puede dar más información”, desveló la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León. A todo esto, este miércoles es el día clave para el Comité de Competición cuyas decisiones se esperan con mucho interés.

Fallo de seguridad

Desde la LFP, su presidente, Javier Tebas, fue rotundo. “Ese objeto no puede entrar nunca en un estadio y no es comparable a un mechero o a una moneda. Es evidente que falló la seguridad”, comentó a Mundo Deportivo. Atención a Tebas porque asegura que investigarán “por qué no funcionó el protocolo. Hay que tomar medidas y que no vuelva a pasar”.

Con ese fin se reunirán todos los clubs profesionales el próximo martes 25, en Sevilla. “Hay que tener en cuenta que no se puede cachear a todo el mundo. Es imposible”, añadió. Por cierto, Tebas asegura “no saber al detalle las cámaras que utilizan en la Premier” aunque la dificultad para descubrir a esos delincuentes es muy grande.

Mientras, en el club amarillo siguen analizando todo lo ocurrido. El presidente de la entidad, Fernando Roig, insiste en que “hacemos lo máximo para encontrar al culpable" y que no espera que se castigue al club “por el acto de un indeseable que sólo ha querido hacer mal por hacer mal”.

Comité de Competición

Quien tiene mucho que decir es el Comité de Competición cuyo fallo se conocerá este miércoles. El lanzamiento de un mechero en el Calderón, el bote de humo en El Madrigal y los enfrentamientos entre seguidores del Deportivo-Sporting (cuatro detenidos y un herido) han encendido todas las luces rojas. La seguridad en el fútbol español está en entredicho.

La parte positiva es que no pasó nada grave ni nadie resultó perjidicado más allá de “un fuerte picor en los ojos” o “algunos pequeños problemas respiratorios”, según recogió en el acta el colegiado Fernández Borbalán.  A todo eso habrá que unir el redactado oficial en el Código Disciplinario de la Federación Española (RFEF). En sus artículos 15 (Responsabilidad de los clubs) y 101 (Alteración del orden del encuentro de carácter grave) se habla de una “cuantía de hasta 6.000 euros y apercibimiento de clausura de campo”. En la entidad amarilla sólo esperan una cifra simbólica como la del Calderón mientras que Competición tiene muy poco a hacer en cuanto a lo acontecido tristemente en A Coruña.

El fútbol profesional vuelve a estar en el ojo del huracán por culpa de un 'descerebrado' al que se le sigue la pista y que ha vuelto a poner en evidencia el superprofesionalizado sistema de seguridad en los estadios.


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